Esta semana, el gobierno de
Argentina concretó el fin del “cepo cambiario”, medida que estuvo vigente
durante casi catorce años, marcando un cambio significativo en su política
monetaria.
En específico, la medida
limitaba la cantidad de dólares a las que personas y empresas podían acceder.
En el caso de Argentina, el cepo fue una medida que buscaba controlar la salida
de dólares del país y proteger las reservas del Banco Central.
“Nos deshicimos de una
aberración que nunca debería haber existido. Hemos liberado el mercado de
cambio tal como lo habíamos prometido y sin especulación política”, sostuvo el
presidente Javier Milei al anunciar la medida.
Durante su vigencia, el cepo
establecía límites mensuales para comprar dólares, no más de 200 por persona,
impuestos adicionales sobre la compra de dólares y gastos en el extranjero y
restricciones para acceder al dólar oficial, empujando a muchos a comprar en el
mercado informal o "dólar blue", a un tipo de cambio mucho más alto.
“Controlando el valor oficial
del dólar, que era muy por debajo del valor de mercado, el gobierno restringía
el acceso de las empresas y del mundo de la economía a ese dólar.
Entonces, si usted iba a
exportar, por ejemplo, por un millón de dólares, ese millón de dólares no
entraba a su cuenta, sino que lo capturaba el gobierno y a usted le daba un
valor en pesos convertido a dólar oficial, por debajo del valor de mercado.
Esto fue un desincentivo para
exportar y fue una de las claves para el estancamiento de la economía argentina
de los últimos catorce años”, comentó el analista internacional, Pablo Lacoste,
académico del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de
Chile (Usach).
Cabe señalar que Milei no fue
el primer presidente argentino que intentó terminar con la medida monetaria.
Durante el mandato de Mauricio Macri, también se intentó poner fin al cepo,
pero al anunciar la medida rápidamente el dólar oficial igualó al dólar “blue”
y generó importantes desajustes económicos y con un gobierno fuertemente
criticado en materia económica.
“Milei aprendió de la
experiencia de Macri y se propuso desde el primer momento sacar el cepo, pero
sabía que antes tenía que enderezar el barco escorado.
Lograr superar el déficit
fiscal, alcanzar el equilibrio fiscal, dejar de emitir papel moneda y que se
alcanzara un equilibrio entre los pesos disponibles emitidos por el gobierno
argentino y los dólares disponibles. El apoyo del Fondo Monetario le ayudó a
Milei para poder tener estas reservas que permitieran prevenir una corrida,
como le ocurrió en la época de Macri”, sostuvo Lacoste.
Con el fin del cepo cambiario,
y considerando que Argentina es el país más visitado por chilenos y chilenas en
vacaciones, cabe preguntarse si afectará para bien o para mal esta medida a
quienes decidan cruzar la cordillera en los próximos días.
Según los especialistas, por
ahora la gran diferencia se notará en que será posible ir a vender dólares en
una institución bancaria y no necesariamente a través del mercado paralelo a
través del cual se comercializa el dólar blue.
“Antes de esto, Argentina estaba cara, porque si usted iba y pagaba con el dólar oficial, estaba pagando, con un dólar demasiado barato. Entonces, no le convenía a un chileno ir de vacaciones a Argentina.
En cambio, ahora va a ser un
poco más favorable para un chileno estar en Argentina pagando un hotel, pagando
un restaurante o hacer compras. Porque de alguna manera se ha sincerado, se ha
solucionado un poco ese atraso cambiario que tenía el peso argentino.
Así que ahora va a ser un poco más conveniente para un chileno ir a pasear, ir a hacer la compra, ir a hacer turismo argentino”, comentó Pablo Lacoste.