La profesional, formada en la
Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario, se asentó en
Bariloche hace dos décadas donde comenzó a trabajar y combinar el conocimiento
médico tradicional con el ancestral de las plantas medicinales.
La actividad se inició el viernes, con la
acreditación y un diálogo con las y los asistentes, tanto del poblado como de
localidades como Chile Chico, Caleta Tortel, Cochrane, Puerto Bertrand, Puerto
Río Tranquilo, Bahía Murta y Puerto Sánchez, Villa O’Higgins.
El sábado, en tanto, se continuó con una
visita al Huerto Abuela Zafira, de Rosa Vera Huenul, quien relató su
experiencia en el cultivo de hortalizas y el trabajo de la tierra, desde una
perspectiva del cuidado y el rescate del conocimiento patrimonial.
Posteriormente, se visitó el camping
Alma Verde, impulsado por Cristián Weber Mckay, donde a través de la
permacultura y el vínculo con elementos de la naturaleza locales se ha logrado
generar un espacio de aprendizaje en armonía con el entorno y autoproducir
alimentos de manera saludable.
También estuvo presente el emprendimiento
regional de cosmética natural Aguadal, de Camila Gratacós Borrowman, quien
realizó un taller de aceites y ungüentos con plantas nativas.
La jornada concluyó con el taller práctico
de Sara Itkin, quien a través de un recorrido por la historia del uso de las
plantas introdujo su relevancia médica, cultural y espiritual.
A continuación, se explicó la forma de
extraer los principios activos de las especies, elaborando en el momento
tinturas tipo agua del Carmen que se utiliza para el estrés y malestares
gastrointestinales, además de pomadas cicatrizantes con cera de abeja.
“Estoy realmente maravillada, me sorprende
el entusiasmo de la gente de Guadal y de los alrededores, las ganas de
reunirse, el respeto con que hablan de sus mayores y el recuerdo en cuanto a
los saberes de esta gente” señaló en la ocasión Itkin.
“Es importante mantener la memoria viva. Las plantas llevan impregnadas en sus fibras la historia de la vida de la región. Las plantas sanan desde siempre y hoy quedó muy plasmado esto” indicó.
Sobre la diferencia entre los productos
farmacéuticos y estas prácticas basadas en conocimiento vernáculo, explicó que
“es importante rescatar los saberes populares en el uso de las plantas, porque
están impregnadas de historia y hacen cultura.
Y cuando se respeta la cultura, también se gana en salud. Las plantas están todas estudiadas. Acá hicimos un ungüento con matico, del cual sabemos cuáles son sus propiedades cicatrizantes porque fueron estudiadas.
Entonces, son formas que se complementan. Quien
desconozca el poder de las plantas para sanar es realmente por ignorancia”.
Testimonios
Luz Vera Álvarez, participante del
taller y oriunda de la localidad, señaló que “la experiencia fue maravillosa,
hubo mucho aprendizaje de todos en general. Es algo que no puede
perderse en el tiempo, tiene que seguir creciendo.
Todo lo que son las plantas va a estar
siempre presente, tenemos que aprovechar lo que tenemos acá en Puerto
Guadal. Aparte de las plantas, tenemos la naturaleza que nos rodea y
está presente cada día. Somos nosotros quienes tenemos que descubrirlo”.
Por su parte, Cecilia Ordóñez Lemus indicó
que “me voy feliz, porque se nos ha enseñado, nos ha hecho reconocernos y
entregar saberes de cada uno de los grupos que vinimos de las localidades
vecinas.
Qué lindo es saber que tenemos la salud
aquí en nuestro territorio, con las diferentes plantas. Además, ver
cómo podemos hacer un aceite, una pomada o una infusión, todo eso me llena de
saberes que no tenía a pesar de mis 69 años”.
Rosa Vera destacó el hecho de
reunirse para compartir experiencias: “Es súper interesante que nos sigamos
reuniendo para intercambiar saberes y, como uno dice, sembrar semillas de
conocimiento en los grupos, compartir lo aprendido en este encuentro. Es súper,
súper valioso, sobre todo con la señora Sarita que vino de Argentina. Me quedo
agradecida”.
Cuando llegó a la región, Camila
Gratacós Borrowman se asentó en Puerto Guadal. Por eso el
nombre de su empresa. En este contexto, explicó que “el tema
colectivo me gusta mucho, compartir los saberes, que ellos también puedan
nutrirme de sus conocimientos locales, de sus yuyos, de las plantas que son de
aquí de la Patagonia.
Y
por supuesto, también poder enseñarles y que podamos después usar, vender,
conservar”.
El “Taller de plantas para la salud” fue
organizado por la Municipalidad de Chile Chico, por instrucciones del alcalde
Ariel Keim Hermosilla y las gestiones de la delegación de Puerto Guadal a cargo
de Ana Romero Aguirre.
“Para nosotros como delegación es muy
importante que existan este tipo de talleres que vienen a enriquecer los
saberes de las mismas habitantes, donde hay mucho conocimiento de las plantas,
historia de pueblo ligado a huerteras, yuyeras, que ha ido tomando
fuerza.
Con este tipo de actividades se realza más
el poder de las plantas y el poder de la naturaleza en sí” explicó Ana Romero.
La funcionaria destacó que “el alcalde ha
sido enfático en que estaremos aportando a cada una de estas actividades y éste
es uno de esos ejemplos.
Estoy muy contenta de, desde mi rol
de delegada, gestionar y articular este tipo de instancias, que no son fáciles
porque hay harto trabajo detrás de estos talleres”.
“Esperamos que este taller se pueda hacer también en Chile Chico, y sobre todo que la comunidad sepa que esta delegación y municipio, bajo esta administración, tienen las puertas abiertas para para facilitar los espacios que permitan crecer a las comunidades en las áreas sociales y también en cómo nos vinculamos como personas” concluyó, agradeciendo de paso a Sara Itkin, Camila Gratacós y a todas las personas que de manera anónima colaboraron para que fuera posible.
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