Chocolates D’Airola: identidad italiana en Chile.

 Bitter, con leche, blanco, relleno o en barra acompañando al café o al vino, sin duda que el chocolate es uno de los mayores placeres culpables de las personas.

Por regla general, se denomina chocolate al producto final del procesado del fruto del cacao, su cultivo  y su consumo, han hecho que el chocolate tenga una relevancia social, religiosa, medicinal, política y económica en diversas partes del mundo al punto, que hoy en día, es difícil encontrar un lugar donde no se pueda probar.

Inicialmente fue consumido por las tribus olmecas de Mesoamérica, hace tres mil años, como bebida y luego empleado como moneda por los mayas, trasladándose posteriormente al Imperio azteca.

Tras la conquista de México, el chocolate llega a Europa a través de España quien lo introduce en todos sus territorios. En este país, se le endulza con caña de azúcar se le aromatiza con canela y progresivamente se va incorporando a la sociedad europea del siglo XVII.

De España pasa a Francia e Italia​ en el primer caso debido a la corte francesa (de influencia española) y en el caso italiano, por las redes conventuales y religiosas de la época.se empleo la prensa hidráulica en la extracción de la manteca de cacao.

 A finales del siglo XIX y comienzos del XX, los descubrimientos técnicos realizados en Europa, con el objeto de mejorar su manipulación, su elaboración y el mejor conocimiento sobre la composición del chocolate, permitieron las primeras elaboraciones confiteras de chocolate sólido como los bombones, los pralinés, las barras de chocolate, etc.

Ante todo, es importante comentar, que el chocolate se logra de la manipulación de la semilla del fruto del cacao para obtener una masa y la manteca de cacao, los cuales suelen mezclarse con  azúcar y/u otros productos como la leche, para darle la consistencia y el sabor deseado.

Según la maestra chocolatera Mónica Abarca Arcos “la diferencia entre las diferentes marcas de chocolate radica en cómo se procesan las semillas o granos de cacao, pudiendo ser del mismo origen, cada chocolatero o empresa trabaja de manera particular y esto lo hace diferente en sabor y textura”.

Particularmente, Italia se ha convertido en un país de consumidores del chocolate, el cual es utilizado en sus diversas presentaciones y calidades formando parte de una cultura muy arraigada en diversas zonas y ciudades de este país especialmente en la ciudad de Turín ya que allí, el maestro pastelero Pietro Ferrero elaboró, por primera vez en 1946, una crema de avellanas que hoy se comercializa y se conoce en todo el mundo como Nutella.

En Chile, chocolates D’Airola revela su identidad italiana a través del proceso de producción y con sus rellenos que dan cuenta de los sabores de Italia.

“D’Airola nace por mi pasión por el chocolate, de niño mi nonna, era chocolatera en Italia y yo admiraba esa arte. Siempre fue mi sueño tener una chocolatería y como buen empresario me arriesgué y partí mi proyecto”, cuenta Renato Airola dueño de D’Airola Cioccolaterie (Av. Edmundo Eluchans Nº 1850. Local 2 - Reñaca - Viña del Mar).

Gianduja, amaretto, albahaca, limoncello, pistacho, avellanas son sabores que recuerdan a Italia que, junto con el pisco, la naranja, dulce de leche, turrón les dan una identidad única a estos chocolates.

En esta maravillosa multitud, se destacan los bombones rellenos con limón y albahaca, el relleno con amaretto y las  láminas de chocolate bitter 65% cacao con frutos secos (avellana, semillas de zapallo, almendra y cranberries) que vienen en bolsas de 150 grs., siendo un producto apto para veganos y la barrade chocolate compacto bitter 73% cacao que viene en una presentación de 100 grs.

En el primero, la albahaca está muy presente sin molestar, pero si anulando totalmente al limón. En cambio, al morder el bombón de amaretto se siente ese sabor inconfundible a almendras

Fabricar chocolate requiere paciencia y realmente una gran pasión para crear sabores que inspiren. Pero por, sobre todo, se nota que hay un respeto y cariño por las tradiciones heredadas que permiten un resultado de primer nivel.

Entonces, ¿qué esperas para viajar a Viña del Mar  y entrar a este mundo de sabores, tradiciones y cariño por el chocolate?