Al igual que la gran mayoría del comercio y las Pymes
del país, las Tiendas Mundo Rural, nacidas al alero del Programa Nacional de
Comercialización de INDAP en 2016, se han visto enfrentadas a los efectos de la
crisis económica provocada por el Covid-19 y han debido innovar, en sus
estrategias de venta.
La red de tiendas, cuenta con seis locales
administrados por organizaciones campesinas en distintos puntos del país.
Estas están en el Mall Arauco Chillán (Ecoparras),
Mallplaza Mirador Biobío de Concepción (Red Apícola Nacional), Terminal de
Buses de Valdivia (Apicoop), Centro Cultural La Moneda (UOC Chile) y las
estaciones Escuela Militar (Conagro) y Pajaritos (Conaproch) del Metro de
Santiago.
En conjunto tienen 665 proveedores, 513 de ellos (77%)
pequeños productores de INDAP, y sus ventas en 2019 ascendieron a 732 millones
191 mil pesos.
Los locales de Chillán, Concepción y Valdivia bajaron
sus cortinas hasta nuevo aviso, para rediseñar sus modelos de negocio mientras
que en Santiago, los establecimientos de las estaciones Pajaritos, Escuela
Militar y del Centro Cultural La Moneda, están funcionando con horarios más
reducidos y reparto a domicilio, a costa de un gran esfuerzo de sus grupos de
trabajo.
“Como equipo ha sido difícil. Nos tocó primero el
estallido social y ahora esto. Estamos cerrados desde el 20 de marzo y se
prevé, que podríamos abrir entre julio o agosto”, cuenta Daniela Encalada,
administradora de la Tienda Centro Cultural La Moneda, quien agrega que se
coordinaron para darle continuidad a las ventas a través de sus redes sociales,
con una lista de productos disponibles en el sitio de la Confederación Nacional
Unidad Obrero Campesina (UOC Chile). (Centro Cultural La Moneda, WhatsApp: +56
9 9098 0401, Instagram: @mundoruralcclm)
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Tienda Mundo Rural CCLM |
Yo, por ejemplo, hago los despachos en Santiago Centro
en mi bicicleta. También, hacemos envíos en autos personales o por taxi, previo
acuerdo con los clientes. Ésa ha sido la metodología”, dice Daniela.
Los productos, los tienen almacenados en la sede de la
organización y los más solicitados son miel, propóleo, legumbres, aceites de
oliva, infusiones y papas fritas.
“Algunos clientes que nos conocen, también piden cosas
gourmet o dulces para compartir en su encierro, como mermeladas, manjar sin
azúcar, pastas de ajo y conservas”, comenta Daniela.
“El desafío hoy es pensar formas nuevas de
comercialización”, afirma Constanza Santander, de la Tienda Escuela
Militar. (Metro Escuela Militar, WhatsApp: +56 9 6155 2412, Instagram: @mundoruralmem, Facebook: Tienda
MundoRural metro Escuela Militar).
Ellos están atendiendo de lunes a viernes de 9 a 18
horas y como primera medida, implementaron un sistema de delivery de packs
exclusivos, sin costo de envío, para sus clientes de 800 metros a la redonda,
los que se pueden ver en sus redes sociales.
También despachan sus productos a Las Condes, Ñuñoa,
Providencia, La Florida, Puente Alto, San Miguel, Santiago y Quinta Normal.
“Desde donde nos pidan nos vamos ingeniando para
enviar los pedidos. Puede ser por Chilexpress, Starken, Uber o taxi. Lo más
solicitado, también es la miel además de legumbres, harinas y los procesados
más saludables, añade Constanza.
Según Constanza, las ventas han bajado aproximadamente
un 70%, pero, aun así, se esfuerzan por responder a las necesidades de sus
clientes.
“No hay que echarse a morir. Estamos improvisando y
desdoblándonos para seguir atendiendo. Es duro y estresante, hay que hacer
muchas cosas, pero el espíritu sigue en alto”.
En Tienda Pajaritos, (Metro Pajaritos, WhatsApp: +56
9 6488 1545, Instagram: @mundoruralpajaritos, Facebook: Mundo Rural Pajaritos). Ángela Camargo cuenta que “la
contingencia nos ha obligado a reinventarnos y a ajustarnos a los
acontecimientos, los de ahora y los que vienen.
Ahora, estamos abriendo lunes, miércoles y viernes de
10 a 15 horas e implementamos, el reparto a domicilio de canastas con productos
básicos. Estamos aprendiendo sobre la marcha”.
Una de las canastas más solicitadas, por ejemplo,
tiene porotos, lentejas, queso mantecoso, manjar casero, mantequilla artesanal,
aceite de oliva y avena instantánea y su valor es de $20 mil.
Pero también atienden todos los pedidos de sus
clientes, que se concentran en el sector poniente y que ya tienen sus gustos
definidos y los productos solicitados son miel, café de trigo, huevos de campo
y picoteos para el aislamiento social.
“Estamos tratando de abarcar lo que más podamos,
poniendo en primer lugar al consumidor que nos prefiere. Para los repartos,
aprovechamos los autos de la gente de la tienda, además de Uber y taxis. Con
los clientes que viajan desde la estación hacia la costa, nos ponemos de
acuerdo para tenerles listos sus pedidos”, cuenta.
“Trabajar en estas condiciones ha sido difícil. El
estallido social nos obligó a ajustarnos a los horarios del metro y luego, vino
el coronavirus. Con esfuerzo, cada día nos estamos adaptando a este nuevo
escenario de crisis”, concluye Ángela.