martes, 28 de abril de 2020

Buscan declarar Santuario de la Naturaleza a la Cuenca de Tinquilco,


Foto: Dr. César Cuevas
Se trata de la cuenca de Tinquilco y el lago del mismo nombre, que se alimenta de Los lagos Verde, Toro y Chico y las lagunas Escondida, Seca y Sin Nombre, más algunos esteros, los cuales dan vida a 100 hectáreas de aguas casi prístinas.

El lago Tinquilco es el principal lago del Parque Nacional Huerquehue (Región de la Araucanía, Chile).

Tiene una superficie de 110 ha, siendo este el de mayor superficie, con aguas permanentemente claras. Este lago, desagua por medio del río Quinchol y es tributario del río Liucura que a su vez desemboca en el lago Villarrica a través del río Trancura.

El extremo este del lago, cuenta con un gran número de cámpines y un refugio turístico que se encuentra a los pies del sendero principal del Parquen  Nacional Huerquehue que sube hacia varios lagos de menor tamaño y bosques de araucarias.

En la cuenca y alrededor del lago, habitan especies emblemáticas, como el puma, la ranita de Darwin y el monito del monte, así como existen árboles que superan los 50 metros de altura y los dos metros y medio de diámetro ocultándose, entre el bosque nativo templado lluvioso, grandes maravillas naturales.

La ranita de Darwin, la ranita jaspeada, pudús, pumas, monito del monte, coigües centenarios son algunas de las especies nativas y endémicas de la región de la Araucanía y cercanas a Pucón que hoy están amenazadas, por estar fuera de la protección del Parque Nacional Huerquehue

Coigüe. Dr.Álvaro Gutiérrez 
Al caminar por el bosque templado lluvioso que crece en ese lugar, los expertos señalan haber escuchado el canto de la ranita de Darwin, animal endémico de los bosques templados de Chile y Argentina, al igual que ver las huellas del ciervo más pequeño del mundo, el pudú.

En ese bosque, existe el sexto árbol más grande de Chile, de más de 65 mil estudiados y el segundo coigüe con mayor diámetro superior a los 2,5 metros, de los más de 2.112 catastrados.

El Dr. Álvaro Gutiérrez, académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad de Chile, ha trabajado en la cuenca y ha descubierto algo increíble en la actualidad como son bosques sin la intervención del ser humano.

“Son bosques intactos, maduros, que no tienen evidencia de haber sido intervenidos. Es decir, los bosques intactos en primer lugar tienen nula o escasa intervención humana, representan un patrimonio para las próximas generaciones y albergan biodiversidad única, son ecosistemas críticos para las estrategias de conservación, explica el especialista.

 “Estos bosques se originaron hace milenios y se vuelven muy relevantes para la historia natural, tienen una mayor complejidad y son heterogéneos, además de representar sistemas naturales que permiten tener referentes de los cambios”, explicó el Dr. Gutiérrez.

Además de las especies de animales endémicas de la zona, en esta cuenca, existen árboles que se conocen como monumentales y para alcanzar esta categoría, deben tener un diámetro superior a los 2,5 metros y una altura de 50 metros, lo que crea el hábitat perfecto para cientos de especies, para la investigación y valoración de la naturaleza.

De hecho, el lago, se encuentra rodeado por exuberantes bosques nativos, donde crece el segundo coigüe más grande de Chile, en plena Región de la Araucanía, a menos de una hora de Pucón y al lado del Parque Nacional Huerquehue.

Pero ese coigüe como tantos otros árboles y animales del sector, no están protegidos y quedan a la merced de los propietarios de las parcelas y predios donde crecen estos árboles.

ONG Ranita de Darwin 
Uno puede preguntarse ¿por qué proteger estos árboles? Para el doctor Álvaro Gutiérrez, quien ha catastrado miles de árboles a lo largo del país, dice que son un punto de partida para la fascinación por la naturaleza.

“En la actualidad son rarezas del mundo natural, regulan el funcionamiento de los ecosistemas, permiten entender las adaptaciones de los distintos organismos, representan un patrimonio biocultural y, finalmente, son sobrevivientes de una fuerte explotación forestal.

 En la ladera oeste del lago, el Dr. Antonio Lara, académico de la Universidad Austral de Chile, dice que “se han fechado con técnicas de dendrocronología, basadas en el estudio de los anillos de crecimiento de los árboles, un tineo de 347 años.

Además de coigües, hay tepas y mañíos de hojas cortas, creciendo en bosques antiguos que por su composición y estructura son únicos en la Araucanía”.

Únicos también son los anfibios, específicamente los anuros, que se conocen como ranas o sapos, que están presentes en la cuenca de Tinquilco. De hecho, los estudia el Dr. César Cuevas, docente del Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad Católica de Temuco, quien detalla que son 13 las especies de anuros que potencialmente habitan la cuenca.

Él ha escuchado y visto la rana jaspeada (Batrachyla antartandica), ranita de Darwin (Rhinoderma darwinini), y sapo rosado (Eupsophus roseus) que, en ambientes como este, son muy difíciles de encontrar, pues disponen de muchos refugios.

Esto significa que son una clara señal de la buena condición del bosque, pues son reconocidos como “bioindicadores” y por lo mismo son difíciles de encontrarlos en Chile.

“De estas especies, se tiene bastante información en los aspectos reproductivos, etológicos, de desarrollo, etc., sin embargo, aún se necesita mayor conocimiento, para poder esbozar un plan de conservación apropiado” explica César Cuevas.

Pudú
Tanto los árboles monumentales, el monito del monte, el pudú, puma, la famosa ranita de Darwin y cientos de otras especies de flora y fauna junto con los cursos de agua y el Lago Tinquilco están esperando qué sucede con esta zona que está fuera de la protección del Parque Nacional Huerquehue.

El año 2018, el Comité de Protección y Desarrollo Sustentable de Tinquilco, organización comunitaria que reúne a vecinos aledaños a la cuenca del Lago Tinquilco y que busca declarar casi 300 hectáreas como Santuario de la Naturaleza, presentó una iniciativa en 2018 pero, aún no se materializa.

Iniciativa que fue aprobada por el Consejo de Monumentos Nacionales y el Ministerio de Medio de Medio Ambiente en sus aspectos técnicos y jurídicos y desde enero de 2019, se está esperando que la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, la someta al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y así, tener la oportunidad de ser en el primer Santuario de la Región de la Araucanía.
Sobre este punto, el Dr. Cuevas, aseguró que el Santuario de la Naturaleza es la única figura de protección real de este tipo de paisaje natural.

“No sabemos, cuántas nuevas especies para la ciencia nos hemos perdido la oportunidad de conocer, de algunos lugares que han sido destruidos por la sobreexplotación de los recursos naturales.
Aquí, tendremos la oportunidad de conocer mejor las especies ya descritas y ¿Por qué no? probablemente tengamos la oportunidad de conocer nuevas especies, no sólo de anfibios, sino de otros animales que son poco estudiados en Chile”.

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