Cada vez que un apoderado elige la
colación para su hijo, también está tomando una decisión sobre su salud.
Un estudio de la Federación Mundial de la
Obesidad reveló que, para 2025, el 42% de la población chilena enfrenta
problemas de sobrepeso u obesidad.
Además, un informe de The Lancet proyecta
que Chile será el país con la mayor tasa de obesidad a nivel mundial para 2050.
En este sentido, la Ley de Etiquetado de
Alimentos vigente en Chile desde 2016, ha cambiado la forma en que la industria
formula sus productos y ha puesto en manos de los consumidores una herramienta
clave: los sellos de advertencia.
Ley de Etiquetado y sellos: lo que los
padres deben saber
La Ley 20.606 obliga a los fabricantes a
informar en los envases si un producto contiene niveles elevados de azúcares,
sodio, grasas saturadas o calorías. Para ello, el Ministerio de Salud establece
límites específicos: si un alimento supera estos valores, debe llevar la
advertencia correspondiente.
"La industria ha tenido que
reformular muchos productos para evitar estos sellos, aunque algunos prefieren
mantener sus recetas y asumirlos", explicó María Ignacia Hernández,
directora de Operaciones de la consultora Mkai, especializada en regulación
alimentaria.
Si bien los sellos facilitan la elección
de alimentos más saludables, muchos padres aún cometen errores al seleccionar
colaciones. "Algunos adultos siguen incluyendo productos con sellos, aun
sabiendo que pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo",
advirtió Hernández.
Según la experta, si se adquieren
productos con sellos, estos deben ser consumidos con moderación. “Un alimento
con más de un sello debería evitarse en la colación de un niño”, dijo. Además,
enfatizó en que la ausencia de sellos no garantiza que un producto sea
saludable, “hay que revisar la lista de ingredientes, porque algunos pueden
contener aditivos o ingredientes poco recomendables”.
Entre las alternativas sugeridas para
colaciones más saludables están las frutas y verduras, frutos secos o lácteos
sin azúcares añadidos, galletas caseras integrales o barras de cereal con bajo
contenido en azúcar.
Los tres tipos de kioscos escolares
Para asegurar un entorno escolar más
saludable, la normativa también establece diferentes categorías de kioscos
según los alimentos que pueden ofrecer. Estos espacios deben promover opciones
nutritivas y evitar productos con sellos de advertencia. Dependiendo de su
nivel de oferta, los kioskos se clasifican en tres tipos:
Kiosko Tipo A: Solo pueden vender agua,
leche sin azúcares, frutos secos y té en infusiones.
Kiosko Tipo B: Además de lo anterior,
pueden ofrecer yogures sin azúcar, ensaladas envasadas y helados de fruta
natural.
Kiosko Tipo C: Agregan opciones de comidas
preparadas como tortillas de verduras y sopas caseras.
De acuerdo a lo explicado por Hernández,
los alimentos con sellos no pueden venderse en ningún tipo de kiosko. "El
objetivo es que el ambiente escolar refuerce hábitos saludables y no promueva
el consumo de productos ultraprocesados", agregó.
¿Qué rol cumplen las familias?
La ley apunta a generar hábitos desde la
infancia, pero los especialistas coinciden en que el cambio también debe venir
desde el hogar. “Es fundamental que los niños crezcan en entornos donde la
comida saludable sea la norma y no la excepción", destacó Hernández.
De acuerdo al estudio de The Lancet se
estima que, en 25 años, el 59% de los niños entre 5 y 14 años tendrán esta
condición, y aproximadamente el 61% de los jóvenes entre 15 y 24 años vivirán
con sobrepeso significativo.