El pasado martes 14 de agosto la cadena gastronómica SCHOPDOG
estableció un inesperado récord, al vender más de 5.000 platos de chorrillanas,
en su ya tradicional celebración del “Día de la Chorrillana”, confirmando una
vez más que esta preparación es una de las favoritas de los chilenos a la hora
de compartir y disfrutar con amigos.
En esta ocasión, SCHOPDOG superó sus propias expectativas de
venta, gracias a las atractivas ofertas y actividades preparadas para este día
en sus 33 locales a lo largo de país.
El líder en la elaboración de chorrillanas, con un promedio
de 30.000 al mes y 400.000 al año, quintuplicó el consumo promedio normal de un
día, pasando de 1.000 a 5.000 chorrillanas, las que se distribuyeron en las
diversas variedades que hoy existen de este plato, con base en ingredientes de pollo,
carne mechada, plateada, tocino, entre otros.
Manteniendo la tendencia observada en el último tiempo, la
variedad preferida fue la Titánica Pollo Champiñón, un atractivo plato que
combina crujientes papas fritas con trozos de pollo a la plancha con
champiñones, suave salsa de queso, cebolla caramelizada, huevos, pimentón y cebollín
salteados, acompañados con 3 exquisitas variedades de salsas.
Christian Saavedra, chef de SCHOPDOG, compartió los secretos
de la receta de esta apetecida chorrillana.
“Se necesita 1 pechuga de pollo deshuesada de 200 grs., 1
kilo de papas, 60 grs. de champiñones, 2 láminas de queso para derretir (gouda
o chanco), 3 huevos, 40 grs. de pimentón rojo sin venas ni pepitas, ½ cebolla
picada pluma, cebollín, sal y aceite.En primer lugar se prepara la cebolla
caramelizada, y se le agregan las otras verduras: cebollín cortado en aros y
pimentón verde cortado en cuadritos.
Posteriormente se debe cocinar la pechuga de pollo,
previamente cortada en cuadritos de 5 x 5 cms., aproximadamente.
Al terminar estos dos pasos, se preparan las papas, de
manera que estas “salgan al plato” lo más calientes posible. Cuando se trata de
papas caseras, se recomienda pasarlas por un poco de harina para quitarles la
humedad y que queden más crujientes.
En forma paralela, casi al terminar de freirse las papas, se
debe preparar los 3 huevos revueltos. Y luego se saltean los champiñones.
Una vez fritas, las papas se ponen en el plato como base de
la chorrillana, para luego añadir las verduras, sobre las cuales se ubica el
pollo con champiñones. Encima, van los huevos revueltos y luego se distribuye
el queso, cortado en tiritas, las que rápidamente se funden con el calor de las
papas y los demás componentes del plato”.
En Schopdog la chorrillana pollo champiñón es acompañada por
3 salsas: pebre, guacamole y barbecue. La decisión es a gusto del consumidor.
Según expertos, la chorrillana nació durante la Guerra del
Pacífico cuando las tropas chilenas combatían en la Batalla de Chorrillos, e
inventaron un plato con lo que tenían a mano en sus campañas. Otra versión
sitúa su origen en un casino de suboficiales de Carabineros en Valparaíso,
basada en un bistec a lo pobre picado, y el nombre derivó porque los ingredientes
chorreaban en el plato.
SCHOPDOG, una de las cadenas gastronómicas más importantes
del país, con 33 restaurantes desde Arica a Osorno, ha tomado muy en serio la
cultura de la Chorrillana, incorporando en su carta una gran variedad de
preparaciones, destacando la chorrillana Titánica Pollo Champiñón, mechada, española,
plateada Tocino Queso, pichanga sureña, gran costilla y mongoliana, entre otras
peparaciones.
Jorge Greene, Gerente General de SCHOPDOG, comenta que “la
chorrillana es uno de los platos más apetecidos y con mayor demanda en nuestros
locales. En promedio se venden 30.000 chorrillanas al mes (casi 400.000 al año),
siendo la Chorrillana Pollo Champiñón la favorita de nuestros clientes, seguida
por la de lomo saltado y la de carne mechada”.
“Entendemos que los gustos han cambiado, por eso hemos
adaptado nuestra carta con ingredientes premium para que todos puedan disfrutar
de nuestras chorrillanas”, comentó Jorge Greene
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