El sondeo, realizado
entre el 14 y 23 de julio a un universo de 2.400 establecimientos, muestra que
un 45% de los encuestados observa cifras similares a las del año pasado,
mientras que un 16% espera un desempeño superior y un 37% proyecta una
temporada con menor ocupación.
Entre los factores mencionados
por los hoteleros destacan la estacionalidad, la escasez de nieve en algunas
zonas y el aumento de los costos operacionales, principalmente por el alza en
el valor de la energía.
Respecto al promedio de
ocupación esperado, un 29% de los establecimientos anticipa ubicarse entre el
51% y el 70%; un 26% estima que no superará el 30%; y apenas un 11% proyecta
superar el 90% de ocupación.
En relación con la llegada de
turistas internacionales, el 50% de los encuestados estima que entre el 1% y el
25% de sus huéspedes provendrán del extranjero. Brasil y Argentina lideran como
los principales mercados emisores, seguidos por Estados Unidos y Europa.
Frente a estos
resultados, el gremio hotelero insiste en la necesidad de fortalecer la
promoción del turismo invernal en mercados estratégicos de la región, así como
abordar desafíos estructurales como el alza de costos, la estacionalidad y el
aumento de la inseguridad en destinos turísticos urbanos, especialmente en el
casco histórico de Santiago.
Alberto Pirola, presidente de
Hoteleros de Chile, señaló que “aunque esta temporada se proyecta similar a la
anterior, lo que es positivo considerando que la de 2024 fue la mejor de la
última década, la industria enfrenta importantes desafíos que deben abordarse
junto a las autoridades y otros actores del sector para garantizar la
sostenibilidad de los centros de montaña y del
hotelería, especialmente en un periodo
clave para la actividad turística”.
Vacaciones de
invierno extendidas
La decisión de adelantar
las vacaciones escolares, que comenzaron el 23 de junio en gran parte del país,
fue calificada como acertada por el sector, ya que permitió extender las
semanas de alta demanda y mejorar las ventas en un mes que habitualmente muestra
baja ocupación.
El escalonamiento de las vacaciones —con establecimientos que iniciaron el receso en junio y otros en julio— favoreció particularmente a los hoteles orientados al turismo familiar.
Pese a este efecto positivo, algunos establecimientos advirtieron una menor presencia de turistas brasileños en comparación con 2024, así como una baja anticipación en las reservas, debido al retraso del inicio de la temporada de esquí.
A la fecha, el mes de agosto se proyecta con niveles de reserva inferiores a los del año pasado.
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