El salmón chileno, reconocido
mundialmente por su calidad y sabor, hace unos días recibió una importante
validación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de
Estados Unidos (FDA).
Este organismo, conocido por sus estrictos
estándares, aprobó el etiquetado del salmón chileno con la calificación de
“saludable”, un distintivo que promete aumentar su visibilidad y atractivo en
el mercado norteamericano.
Se trata de un importante hito
para el salmón chileno, ya que etiquetar un producto como saludable no sólo
refleja sus beneficios nutricionales, sino que también garantiza a los
consumidores que están adquiriendo salmón de alta calidad, cumpliendo los más
estrictos y rigurosos estándares de sanidad, inocuidad y bienestar antes de ser
consumido.
Así lo asegura Loreto Seguel,
directora ejecutiva del Consejo del Salmón, gremio que reúne a las cinco
principales empresas productoras que operan en el país, (AquaChile, Australis
Seafoods, Cermaq, Mowi y Salmones Aysén)
“Esta decisión consolida la
confianza del principal mercado para la salmonicultura chilena, impactando
positivamente nuestras exportaciones y a la vez nos permite seguir promoviendo y
potenciando otros mercados internacionales que son estratégicos para el salmón
chileno", comenta.
Y es que actualmente Estados
Unidos representa el principal destino de las exportaciones de salmón chileno,
con un 41% de participación en términos de volumen y valor durante el año 2024.
Seguel destaca además la
relevancia de la industria salmonicultora en la economía chilena, donde aporta
casi el 20% al PIB de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, genera
miles de empleos y fomenta el desarrollo de tecnologías innovadoras.
“El salmón chileno no solo es
un producto de exportación, sino un motor de desarrollo y bienestar para las
familias del sur del país”, detalla.
Una industria sostenible de
orgullo nacional
Uno de los grandes desafíos
para la industria salmonicultora es consolidar su camino hacia la
sostenibilidad. En este sentido, Chile tiene un liderazgo en el cultivo de
salmón, siendo la proteína con menor huella de carbono y con el menor uso de
agua dulce. “Hoy el salmón representa la proteína del futuro gracias a su menor
impacto ambiental
y a su capacidad para
responder a los desafios alimentarios que tiene el mundo”, añade la ejecutiva.
Y justamente debido a este
potencial, Loreto Seguel hace un llamado de atención a mirar con nuevos ojos lo
que significa la salmonicultura chilena y construir una identidad y orgullo
nacional en torno al salmón.
“No podemos perder esta gran
oportunidad, hay que actuar pronto para dar mayor protagonismo al salmón
chileno y sus beneficios, ejemplos como el sello FDA ratifican que organismos
de relevancia y referencia internacional avalan el
prestigio de nuestro salmón
chileno. En cuanto al mercado interno, tenemos que seguir avanzando en una
tarea muy importante, promover los beneficios nutricionales e impacto positivo
que tiene el salmón para la salud, es clave incentivar que este producto sea
parte de la dieta de los chilenos y chilenas”, explica.
Con este nuevo reconocimiento,
Chile está llamado a consolidarse como un líder global en soluciones
alimentarias saludables. Sin embargo, esto siempre requerirá de un esfuerzo
conjunto entre el sector público y privado.
“Estamos ante una cruzada país donde la
colaboración público privada es clave para proyectar nuestra industria de
manera sostenible y competitiva. El salmón chileno se posiciona no sólo como un
orgullo nacional, sino como un gran ejemplo de un producto que es sinónimo de
calidad, sostenibilidad y desarrollo.
Con el respaldo de la FDA, el
desafío ahora es maximizar esta oportunidad y transformar al salmón en un
emblema y orgullo para Chile”, concluye Seguel.
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