Casita Hostel Boutique |
Esta variante integra la clasificación de
otros tipos de turismo como el turismo médico o el turismo de bienestar,
las cuales, a pesar de tener ciertas diferencias, están orientadas a ofrecer
comodidad y satisfacción a todos los viajeros.
En ese sentido, el turista de salud es un viajero
motivado por tratamientos de salud asequibles, con amplia disponibilidad y
llevados a cabo en países culturalmente similares al de origen.
Es así como el 40% de estos turistas, prefieren
los destinos que poseen alta tecnología y donde existe una gran variedad de
tratamientos y alternativas y cada vez más, las personas se preocupan por su
salud y bienestar general y, en lugar de realizar un turismo enfocado más a la
diversión y el entretenimiento, es reemplazado por una actividad enfocada a un
tópico más crucial: la salud.
Katerine Vilches Aránguiz |
El turismo de salud se puede clasificar en
dental, estético, medicina preventiva y de bienestar o wellness.
El turismo de salud, incluye la mayoría de
tratamientos médicos como cirugías, fisioterapia, logopedia, ortopedia,
tratamientos dentales, prótesis, psicoterapia, tratamientos rehabilitadores,
radioterapia, quimioterapia, tratamientos estéticos y muchos más.
Las ventajas van desde una salud más
económica, profesionales calificados, buena atención o tratamiento para
enfermedades poco comunes o una emergencia que requiera de una atención
especializada.
Ahora, para fomentar este tipo de turismo,
se recomienda invertir en tecnologías de salud para ofrecer tratamientos
médicos más avanzados y sofisticados; invertir en publicidad para
promocionar los diversos sitios turísticos de salud para dar visibilidad internacional;
realizar páginas webs de los centros médicos para otorgar información más
detallada a los interesados y, algo no menor, acondicionar el destino con todas
las características de comodidad que comprende un producto turístico como
hoteles y establecimientos de comercio.
Pero no solo los pacientes necesitan
comodidad ya que casi siempre a las personas que viajan fuera de su residencia
por tratamientos médicos, son acompañados por algún familiar o amigos y en el
caso de menores de edad, deben ser acompañados por algunos de sus padres que,
en muchos casos es la madre quien acompaña.
Según Clínicas de Chile, el 8,6% de los
pacientes que se atienden en Santiago provienen de alguna otra región del país
y la mayoría viaja acompañado.
Tal como se explica, los hospitales han
cambiado su fisonomía para hacer más grata la estadía de sus pacientes llegando
a parecer, en muchos casos, hoteles en vez de hospitales.
Es así como el aire acondicionado, la
iluminación de las habitaciones y lugares comunes, aislamiento acústico, camas
impecables y seguridad en todo momento son los factores mínimos que necesita
cada huésped.
Lo anterior, es de vital importancia pues si bien todos los establecimientos de hospitalidad buscan la comodidad de sus huéspedes, uno de los factores más importantes a la hora de elegir un hotel, es la comodidad que ofrece el establecimiento y la posibilidad de que personas con movilidad reducida o que viajan para tratamientos de salud, puedan acceder a la comodidad del hotel y disfrutar la estadía en él.
Rampas de acceso, menús en braille, ascensores lo suficientemente anchos para sillas de ruedas, puertas de habitaciones que permitan la entrada y que las manillas estén a la altura de la silla, baños, camas, armarios y mobiliario acondicionados para que una persona que está limitada en sus movimientos y sus acompañantes, puedan sentirse cómodas y acogidas.
Estas modificaciones necesarias en muchos
establecimientos hoteleros, se han realizado o se están haciendo para acoger a
este tipo de turista que necesita comodidad y tranquilidad extra.
Un ejemplo de esto es la “Casita Hostel Boutique”, ubicada en pleno centro de la ciudad de Santiago, específicamente en la calle Almirante Montt 465 muy cerca del centro de la capital.
Este alojamiento ofrece alojamiento con
jardín, estacionamiento privado, salón compartido y bar. Este albergue, con
WiFi gratuita se encuentra a menos de 1 km del Museo de Arte Precolombino y a
19 minutos a pie de La Chascona.
Cuenta con cocina compartida, recepción 24
horas y servicio de cambio de divisa y las habitaciones están equipados con
hervidor de agua, algunas tienen balcón y se proporciona ropa de cama.
En la mañana se sirve un desayuno
continental y cuenta con una mesa de ping pong para la distracción de los
huéspedes y también, un centro de negocios. La Casita Hostel Boutique está a
1,3 km del patio Bellavista y a 3,3 km del Museo de la Memoria de Santiago. El
aeropuerto internacional de Santiago, está a 17 km del albergue.
Para su dueña, Katerine Vilches Aránguiz,
este tipo de servicio a las personas que vienen a Santiago por razones de salud
nació a partir de su propia experiencia personal
Hace un año, ella tuvo a su hijo Mateo en
neonatología durante 28 días antes de que falleciera.
Mientras estaba acompañando a su pequeño,
vio como otras madres que venían de otras regiones del país, no solo estaban
preocupadas de sus bebés internados, sino que también de ubicar un alojamiento
tranquilo, seguro y económico para ellas porque en muchos casos, no tenían
familiares que las pudieran acoger.
Esta y otras experiencias que me tocaron
ver, hicieron que destináremos parte de nuestro hotel, a aquellas personas que
tiene que viajar por tratamientos médicos a Santiago o bien, son acompañantes
de un paciente y no solo con habitaciones destinadas a ellos, sino que también
con tarifas diferenciadas para que puedan alojarse con un costo lo más adecuado
posible.
Ahora bien, la mayoría de las veces nos centramos en los pacientes, pero los acompañantes también deben contar con un espacio tranquilo donde ser acogidos y contenidos ya que, tener a un hijo o a un familiar hospitalizado es vivir en la incertidumbre sobre la salud del paciente.
Sobre todo, cuando son niños los que
deben estar internados por un periodo largo de tiempo, los padres deben estar
en un lugar donde puedan descansar, relajarse y recuperar la fuerza que le
tienen que transmitir a su hijo.
Es por ello, que además de destinar cuartos especiales para los pacientes y sus acompañantes les hacemos un descuento del 40% en el valor de la habitación.
Por ejemplo, si una habitación
con baño privado cuesta $35.000 o $45.000 nosotros se los dejamos en $20.000
por noche incluyendo el desayuno para una o dos personas. Si son más personas y
tenemos que dar una habitación más grande, cobrarnos un adicional de $5.000”.
“Las grandes cadenas de hoteles podrían
destinar una o dos habitaciones para este tipo de huéspedes, poniendo tarifas
preferenciales para ellos y sus acompañantes no siendo tan oneroso para su
actividad turístico empresarial.
A través del Estado, se podría influir en el universo hotelero, especialmente de Santiago para ayudar a tantas personas que viven una experiencia tan dura y que necesitan de la solidaridad en esos momentos. A veces, un gran problema se puede solucionar con un pequeño gesto”, finaliza Katerine.
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