La planta se cultiva en muy pocos países fuera de
Japón, donde un kilo cuesta entre US$150 y US$300. En California puede llegar a
los $500 el kilo. La innovación es ejecutada por la empresa Golden Wasabi y
apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Por sus aguas prístinas y baja temperatura Cochamó –
que en mapuzungun significa “donde se juntan las aguas” – es el lugar elegido
para producir wasabi (wasabia japónica) por primera vez Latinoamérica, una
de las plantas más difíciles de cultivar en el mundo.
Innovación alimentaria que por estos días ha mostrado
avances en su desarrollo pues hay fuerte interés desde Miami, Estados Unidos,
en comprar este producto, y en algunos para distribuirlo en el mercado.
El proyecto apoyado por la Fundación para la
Innovación Agraria (FIA) es ejecutado por la empresa Golden Wasabi, compuesta
por Yonatan Malis, Juan Manuel Tagle, Henry Jürgens y Carlos Videla, socios y
amigos amantes de la gastronomía y de conocer nuevas culturas, lugares y comidas
a través de viajes a lugares únicos.
Sin embargo, es el continente asiático que atrapó aún
a Malis, quien decide instalar la producción en Chile uno de los condimentos
más emblemáticos de Japón.
La producción de wasabi requiere agua prístina, bajas temperaturas y de un flujo constante, condiciones que se dan en forma natural en el sur de Los Lagos y Aysén, incluso en el norte de Magallanes.
“Hoy, por las
condiciones de la cuenca del Río Cochamó se logró implementar tres terrazas con
capacidad para 2.600 plantas, adicionalmente, gracias al apoyo de FIA se
construirán otras nueve terrazas que aportarán con una producción de 50 kilos
mensuales, permitiendo así su exportación” de aquí a dos años”, dice Yonatan
Malis.
En cuanto al proceso, para la producción se utilizará
un método de micropropagación in vitro (no existen semillas), que es una
técnica biotecnológica que consiste en cultivar partes de plantas en
condiciones estériles, lo cual se realiza en un laboratorio en Santiago.
Lo anterior permite la multiplicación de los brotes,
enraizamiento de estos y aclimatación de las plántulas, para luego ser
trasplantadas y cultivadas directamente en las terrazas, donde las plantas se
adaptan a las condiciones con agua en bajas temperaturas.
Cabe mencionar que actualmente, por la falta de wasabi
“verdadero” se comercializan sucedáneos de estos los cuales, no poseen las
características de sabor, consistencia y propiedades antimicrobianas del wasabi
original y que proviene de la raíz de la planta, quedando como subproductos los
tallos y hojas.
La oportunidad se presenta, en que estos dos últimos
poseen propiedades similares a la raíz, respecto de sus propiedades
antimicrobianas.
Debido a su alto impacto para la agricultura regional,
facilitando además la apertura de nuevos mercados, el equipo postuló a la
Convocatoria Nacional 2019 de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA)
para consolidar a escala comercial la previa I+D que con el apoyo de Corfo
realizaron dos años antes.
“La importancia de este proyecto radica, en que por
primera vez se obtendrá una producción de wasabi a una escala que permita su
comercialización en contra estación con la producción del hemisferio norte, a
la vez, que se estudiarán y validarán las condiciones agroclimáticas y parámetros
productivos en un ambiente real.
Todo lo anterior, bajo una producción orgánica,
completamente alineada con las nuevas tendencias de mercado respecto de
alimentos funcionales, orgánicos y con una producción amigable con el medio
ambiente.
Respecto de este último punto, cabe destacar que el
uso del agua en el proyecto es de carácter consuntivo, lo cual significa que el
agua es desviada hacia las terrazas productivas, para luego ser reincorporadas
a la vertiente de la cual provienen”, dice el director ejecutivo de FIA, Álvaro
Eyzaguirre.
En cuanto al interés que ha generado esta inédita
innovación, Malis cuenta que tiene "entre sus interesados a reconocidos y
premiados restaurantes como el Maidó en Lima, del chef Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura,
y el Boragó de Rodolfo Guzmán en Chile y también, a distribuidores en Estados
Unidos que lo venderán en restaurantes, quienes han mostrado mucho interés por
el producto generando preacuerdos comerciales”.
El wasabi se cultiva en muy pocos países fuera de
Japón, donde un kilo cuesta entre US$150 y US$300. En el caso de Estados
Unidos, en California específicamente, puede llegar a los $500 el kilo y en el
Reino Unido su precio está entre US$350 y US$400.
Si bien es considerada una planta de lujo, sus
beneficios también la hacen muy llamativa por sus posibles características anti
alergénicas. Esto ha ocasionado que la empresa ejecutora, evalúe indagar con un
laboratorio nacional su impacto medicinal.
“La escasez mundial por este producto es cada vez mayor, lo que se debe principalmente al aumento en el mundo del consumo de comida japonesa, especialmente sushi.
Se suma además el que en Japón la producción está decayendo, ya que se realiza bajo un modelo de agricultura familiar y milenaria, con bajos rendimientos y con agricultores que muchas veces bordean los 100 años de edad”, finaliza Malis.
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