Luis Guajardo |
Luis Guajardo lleva casi 10 años viviendo en el sector
La Vega de la comuna de Alto del Carmen donde se dedica, junto a su esposa
Alejandra Acevedo y sus dos hijos, a trabajar en la crianza de su veintena de
cabras y produce quesos y manjar con la marca El Arriero y en su emprendimiento
de agroturismo, Raíces.
Antes estuvieron cerca de 25 años en Vicuña, adonde
llegaron procedentes de su San Felipe natal.
A 60 kilómetros de ahí, en la Quebrada de Camarones,
comuna de Vallenar, Paula Riquelme sigue los mismos pasos, desde hace seis años,
con su emprendimiento de quesos gourmet RB, tras dejar su carrera de contadora
auditora para trabajar junto a sus padres, Wilson y Magaly, quienes llevan más
de 40 años dedicados a la producción de ganado menor.
Al inicio lo tomó como un pasatiempo, pero luego
profesionalizó su actividad.
Lo que une a ambos crianceros, además de ser usuarios
del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y parte de la Ruta del Queso
del Huasco, es que su esfuerzo se vio recompensado en mayo pasado, con la
obtención de la anhelada resolución sanitaria que les permitirá vender su
producción, sin restricciones, a nivel nacional y conquistar nuevos mercados
más allá de las ferias locales, a las que solían asistir antes de la
pandemia.
Paula Riquelme |
Este logro, tiene características históricas, ya que
son los primeros productores de la provincia que logran la autorización. A eso
se suma, que hace 17 años que no se emitían resoluciones sanitarias para la
venta de quesos, provenientes de la Agricultura Familiar Campesina en la
región.
“Para mí, la agricultura es el sustento de mi familia,
es vida y alimento, un oficio que nos da relajo como grupo.
Esta resolución, la
hemos esperado mucho tiempo, cumpliendo todas las etapas que nos decían, paso a
paso, sin perder la esperanza de que todo al final tiene un resultado feliz”,
cuenta Luis Guajardo sentado en la pérgola de su casa, rodeado de naranjos,
paltos, higueras y limones.
Paula Riquelme comparte estos sentimientos de
felicidad y orgullo, ya que ahora podrá vender “con todas las de la ley” sus
quesos frescos, con vino, orégano y merkén.
Contadora de profesión, pero criancera de alma, su
norte siempre fue mejorar la alimentación y la genética de sus animales (tiene
un plantel de 80 cabras) para obtener buenos productos. “Siento un orgullo
enorme, no sólo por mi trabajo, sino porque detrás mío está la voluntad de mis
padres de apoyarme”, dice.
Paula Riquelme |
Tanto Luis como Paula agradecen los esfuerzos de
servicios públicos como INDAP, que estuvieron en cada etapa de su crecimiento.
“Me acuerdo que hubo tiempos muy difíciles, en que
creí que iba a fracasar en este esfuerzo, pero hubo gente que creyó en nuestro
emprendimiento y nos siguió apoyando pese a las adversidades. Una tiene que
fijarse metas en la vida, y aunque todo parezca ir mal en un momento, la
recompensa viene al final del camino”, recuerda Paula.
Esto es sólo el comienzo para ambos productores,
quienes ya tienen planes de expansión en sus negocios.
Paula ya hace entregas a empresas mineras cercanas a
Vallenar.
“Quiero posicionarme en el negocio de los restaurantes
gourmet y llegar a un público selecto, porque creo en el valor de mis quesos”.
Por otra parte, Luis y su familia esperan ver crecer
la venta de productos online a causa de la crisis sanitaria. “Nuestros
productos tienen el mejor sello e identidad del valle”, afirma Luis.
Mariela Herrera, directora de INDAP Atacama, dice que
“como servicio estamos muy contentos por el logro de estos productores, porque
es un hecho trascendente para ellos y sus familias. Resume el esfuerzo de años,
en que su paso por nuestros programas cobra sentido e importancia”.
Según cifras de 2019, en la Región de Atacama 691
familias se dedican a la crianza de animales, ocupando el ganado caprino el
primer lugar, especialmente en Alto del Carmen, Vallenar y Freirina, con una
masa de 59 mil cabezas.
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