Luego de dos meses de marcha blanca, el
restaurante Mar de Amores hizo su presentación en sociedad el fin de
semana pasado, que busca diversificar la oferta de restaurantes de pescados y mariscos
en Valparaíso, activando el centro gastronómico y turístico del Cerro
Alegre.
Ubicado en el corazón del Cerro Alegre, para
la inauguración asistieron personalidades vinculadas al turismo, hotelería,
gastronomía, pesca, artistas y amigos.
Pasión y amor por el mar, fue lo que llevó a
los cuatro socios a dar vida a Mar de Amores y por amor al comercio justo, teniendo un
trato directo y cuidadoso con pescadores, acuicultores y productores; velando
por de la calidad de los productos que
llevan a su mesa preocupados también de los precios de la carta.
Todo esto, en un lugar acogedor, que busca ser
un espacio de encuentro para los visitantes de Valparaíso como para sus
habitantes.
Un elemento único y diferenciador de Mar
de Amores se centra en su oferta de mariscos vivos, y para ello
invirtieron en estanques de recirculación de agua de mar, lo que permite tener
una temperatura, oxígeno y salinidad correcta para conservar vivos ostras,
ostiones, erizos, choritos entre otras especies.
Estos productos son cultivados por pequeños
acuicultores de nuestro país, como lo es Justo García, uno de los proveedores
de Mar de Amores. Precisamente en Hueihue, al este de Ancud en la isla de
Chiloé, es donde cultiva ostras (chilenas y japonesas) y choritos.
Un lugar privilegiado para el cultivo
artesanal de estas especies dado que los mares son bañados por la corriente de
Humboldt. Desde este lugar recóndito, viajan estos productos, los que luego
pasan directamente a los estanques del restaurante, y finalmente a la mesa de
los comensales que visitan Mar de Amores. Es de esta forma que el
restaurante se asegura de proveerse productos frescos, sin intermediarios y
apostando por el comercio justo.
Otro de los elementos atractivos de Mar de
Amores son los dos acuarios de gran tamaño en donde mantienen especies nativas
de las cosas chilenas como cangrejos, soles de mar, pepino de mar, choritos,
lenguado, entre otros.
Su fin es difundir la diversidad marina que
existe en las costas de Chile. De hecho, uno de los proyectos a corto plazo es
impartir clases familiares de biología marina para conocer el ecosistema marino
de la región.
Uno de los momentos claves, fue la
participación del pintor Gonzalo Ilabaca, quien intervino una de sus propias
obras ya que en un papelógrafo en que estaba escrito un menú con frases
alusivas al mar, hizo un agujero en forma de corazón, el cual pintó de rojo
sobre una superficie cubierta.
Luego de leer el menú del mar, junto a un
emotivo discurso, Gonzalo Ilabaca descubrió su obra pintada en el año 2011, un
hombre que ahora tiene en su centro, intervenido, un rojo corazón el mismo
corazón de la Sirena
de Mar de Amores. Un acto que transmitió el alma del restaurante.
Sin duda, es un lugar que no se puede
dejar pasar estando en Valparaíso. Para quienes quieran visitar Mar de
Amores, el primer restaurante de mariscos vivos de Valparaíso, lo pueden hacer
de lunes a domingo en horario de almuerzo y viernes, sábado en horario de cena.
Del menú, los imperdibles son la entrada de ostras chilenas y japonesas, los
ostiones vivos a la parmesana y los erizos en salsa verde.
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