Chile posee uno de los terroir más finos
del mundo, debido a su larga extensión de territorio, lo cual le ha permitido
desarrollar una fuerte diversificación de vides, y, por ende, una potente
presencia vinícola a nivel mundial.
Según los datos oficiales de la ODEPA, las
exportaciones totales de vino en el año 2021 alcanzaron 908,8 millones de litros,
por un total de 2.037,3 millones de dólares.
Esta historia se ha construido a lo largo
de los siglos, donde desde las raíces de la Colonia, con la llegada de los
conquistadores españoles, se plantaron las primeras vides, definiendo nuestra
historia como uno de los países vinícolas más destacados.
Septiembre, además de ser el mes de la
chilenidad, es el mes que alberga la celebración del Día Nacional del Vino
Chileno, fecha para reconocer la importancia histórica de este brebaje y el
valor que representa para la cultura, identidad y economía de todo el país.
Si aún no sabes los motivos de su
reconocimiento, los expertos de La Vinoteca comparten 5 razones que todo buen
chileno debe saber sobre porqué el vino nacional es tan famoso a lo largo del
globo. ¡Salud!
1. Diversidad de cepas.
Como ya sabemos, Chile es un país largo
rico en diversidad de suelos, climas, vegetación, entre otras características
que lo hacen ser un referente cuando hablamos de vinos.
Gracias a lo anterior, es que en la actualidad
somos productores de una gran diversidad de cepas, lo que nos permite ofrecer
al mercado una gran cantidad y variedad de vinos, siempre manteniendo la
calidad que tanto nos caracteriza.
Los expertos de La Vinoteca comentan "que
existen alrededor de 66 variedades de uvas viníferas y será parte de nuestra
curiosidad y flexibilidad darle la oportunidad a variedades no tradicionales,
las cuales demuestran el amplio abanico disponible en Chile".
En relación a los cepajes de vinos, según
los datos arrojados por la ODEPA, estos son liderados por el Cabernet Sauvignon
con 40.053 ha (29%), seguido por el Sauvignon Blanc con 15.224 ha (11%) y por
el Merlot con 11.366 ha (8%). 2. Variedad en el tipo de suelo.
El suelo es, sin duda, un factor
determinante a la hora de hablar de la producción de un buen vino. Nuestra
situación geográfica repercute directamente en nuestros suelos, permitiendo que
exista una gran diversidad de valles vitivinícolas con condiciones irrepetibles
a nivel global.
Este enorme potencial para la producción
de vinos únicos y altamente diversificados, tiene directa vinculación con las
particularidades del territorio chileno y sus relieves. Además, se considera
que nuestro suelo, el cual es responsable del estado hídrico de las plantas, de
administrar nutrientes y del desarrollo vegetativo y frutícola, es un entorno
muy favorable para la plantación y producción de las uvas que
posteriormente se convertirán en vino.
3. Influencia del mar en el vino
¡Nuestra larga costa de mar es un gran
privilegio! Y no solo por las playas y/o pescados y mariscos que nos otorga.
Muchos no saben que este ítem es el responsable de que los vinos chilenos
tengan una mejor acidez, sean más frescos y apetecibles.
Gracias a la influencia de la corriente
fría de Humboldt, que recorre la costa sudamericana desde Magallanes hasta las
Islas Galápagos, se forman ambientes especialmente favorables para el
desarrollo de la vitivinicultura de climas frescos, permitiendo que existan
especiales condiciones para distintos cepajes, tales como el Sauvignon Blanc y
el Chardonnay, pero también, de tintos, destacando nuestro emblemático Cabernet
Sauvignon.
4. Influencia de las montañas en el vino Un país montañoso, donde nuestra querida
Cordillera de los Andes toma el protagonismo. Esta, como varios sabemos, actúa
como un biombo climático impidiendo que los vientos húmedos provenientes de
Argentina lleguen hasta el Valle Central y detiene la influencia fría proveniente
del océano Pacífico sobre el territorio nacional.
Pero, ¿en qué favorece a la producción de
vino?
Esta genera una gran amplitud térmica, lo
cual es importante para el periodo de madurez de la uva, favoreciendo durante
el día la acumulación de azúcares y durante la noche la mantención de la acidez
natural, creando un equilibrio óptimo y potenciando la producción de vinos de
calidad.
Por otra parte, no hay que dejar de lado
nuestra Cordillera de la costa, la cual, si bien es más pequeña que la
anterior, igualmente juega un papel fundamental en esta materia. Ésta genera
una importante barrera al aire frío proveniente del Océano Pacífico permitiendo
que tengamos un clima más mediterraneo, especialmente en la Zona Central y por
ende, condiciones idóneas para la plantación de vides.
5. Clima
Hemos llegado al último, pero no menos
importante punto. Ya hemos notado que Chile es un paraíso para la elaboración
de vinos, lo cual no podría ser posible sin el particular clima que posee.
Debido a que cuenta con altas temperaturas
en el verano y posee inviernos fríos y lluviosos, es el ambiente idóneo para la
producción de este tipo de brebaje.
Esto además permite que, si bien el
territorio de mayor producción vitivinícola corresponde a la zona central, el
cual posee una condición más templada y con lluvias de tipo mediterráneo,
igualmente encontramos plantaciones en la zona norte y austral de nuestro país.
Ahora que ya sabes todas las
particularidades y razones de por qué el vino chileno es sin duda de los
mejores del mundo, desde La Vinoteca te invitan a disfrutar de este brebaje en
este mes patrio.
Encuentra las mejores variedades de cepas y productos
gastronómicos nacionales en cualquiera de sus tiendas físicas o en su web www.lavinoteca.cl.
En septiembre, ¡brindemos por el vino
chileno!