Al menos en nuestro país, septiembre siempre será un
mes donde la dieta sale de lo común. Asados, empanadas, choripanes, anticuchos,
sopaipillas, terremotos, chicha, y un sinfín de tipos de postres y cosas dulces
están a la orden del día. “Al ser alimentos con alto contenido de carbohidratos,
grasa, y sal, se debe tener un equilibrio en lo que se consume y se gasta. Lo
anterior diferenciado por sexo, por ejemplo, para una mujer los recomendable
son 1.800 calorías diarias y para los hombres 2.000”, señala la Nutricionista
Fernanda Martínez, parte del equipo de Jöor, especialista en Nutrición
Ortomolecular, y en área del manejo con pacientes en Sobrepeso y Obesidad.
Como durante estas fechas abundan las reuniones
sociales, el consejo es preferir las reuniones en horarios más tempranos, esto
porque nuestro organismo responde mejor para sus funciones. “Si el horario del
encuentro es en la noche, recomendaría consumir carnes con poca cantidad de
grasa y acompañarla con verduras. La empanada que sea al horno en vez de frita,
y también ingerir pocos aderezos. En cuanto a los líquidos, preferir vino en
vez de terremoto o chicha, y dejar estas dos últimas mencionadas para la hora
de almuerzo, comenta Martínez.
Lo más importante. Los cuatro consejos nutricionales.
1. Planificación. Para no
llegar a un desequilibrio de kilos es ideal poder organizar lo que se comerá en
los días de celebraciones, de este modo, no se comerá el mismo día asado y
empanadas, sino que se distribuirá durante lo que duren las festividades.
2. No saltarse comidas. Es
importante consumir todas las comidas del día. Si no se toma desayuno, al
almuerzo se tendrá mucha hambre y posiblemente se coma más de la cuenta. Sigue
la rutina de 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, once y cena) en las
cantidades que corresponden.
3. Preferir alimentos bajos en
grasa. Las carnes rojas como el vacuno (filete/lomo liso/posa negra), el
cerdo (lomo centro/posta negra/asiento), su aporte en grasa es menor. En tanto,
en carnes blancas lo recomendable es pollo, pavo o pescado siempre que sea sin
piel. Además, en lo posible eliminar los embutidos. En el caso que se quiera
comer un choripán en vez de ponerle mayonesa, comerlo sólo con pebre. Con
pequeños cambios, se eliminan calorías.
4. Aumentar el consumo de
líquido. Es probable que, por estar consumiendo alimentos con más sal, aumente
la sensación de sed. Aprovechemos esto a nuestro favor y consumamos aguas
saborizadas naturalmente con hojas de menta, rodajas de pepino o limón, también
se pueden consumir tés o infusiones como el Matcha, Rooibos, Oolong y Lychee
Jamaica.
La nutricionista de Jöör llama a poner atención
también con las calorías que se suman por consumo de alcohol. “El terremoto, la
chicha y otros tipos de bebidas alcohólicas pueden tener un contenido calórico
que va desde 300 a 600 calorías en un vaso”.
Acá la recomendación es preferir
alcoholes fermentados como el vino blanco o tinto, ya que estos aportan
alrededor de 72 calorías. Además, la profesional hace énfasis en no realizar
combinaciones de alcoholes fermentados con destilados (ron, vodka, pisco) “Ya
que esto nos trae problemas como la gastritis o el síndrome de intestino
irritable”.
¿Qué consumir después de comidas pesadas?
Al respecto, la nutricionista de Jöör señala que una
buena opción es una infusión de té matcha, ya que este contribuye a la oxidación
de grasas. Pero ojo, porque no se recomienda en el caso de que la persona
presente alguna patología como hipertensión, tampoco si la persona está
embarazada, en periodo de gestación, o sea menor de edad, esto por su efecto
estimulador que es similar al café.
En el caso de los últimos mencionados, se recomienda
una infusión de té rooibos, ya que no contiene cafeína.
Otros datos que no deben ser dejados de lado: leer
bien la información del etiquetado de los productos, mientras menos sellos
mejor. Dormir de 6 a 8 horas. No dejar de lado el ejercicio, más considerando
que se tendrá una mayor ingesta de alimentos.