En este contexto, la Red Mundial de
Destinos Turísticos del Cacao y Derivados, programa del Tourism and
Society Think Tank, dirigido por Amora Carbajal, se erige como un actor clave
en la promoción de un turismo consciente, sostenible y ligado a este producto
universal.
El cacao tiene raíces profundas en las
culturas precolombinas de América Central y del Sur, donde pueblos como los
mayas y aztecas lo consideraban un alimento de dioses, una moneda de
intercambio y un símbolo de estatus.
Su
llegada a Europa en el siglo XVI transformó sus usos, formas de consumo y valor
económico, convirtiéndose en uno de los productos más apreciados del mundo.
Desde entonces, el cacao ha sido vehículo de intercambio cultural y comercial
entre continentes, motor de exploraciones, colonizaciones, mestizajes y también
de luchas por la dignidad y los derechos de los productores.
Hoy, sigue siendo un testimonio vivo de la
historia y un elemento esencial de la cultura gastronómica global.
En la actualidad, el chocolate representa
una industria multimillonaria que involucra a millones de personas en todo el
planeta: agricultores, procesadores, distribuidores, artesanos, chefs,
investigadores y viajeros.
Más allá de su dimensión económica, es un
patrimonio gastronómico de enorme riqueza, que inspira festivales, museos,
rutas turísticas, talleres de elaboración, investigación científica y
experiencias sensoriales que fusionan cultura, naturaleza, ciencia y arte.
Sin embargo, la cadena del cacao enfrenta
importantes desafíos: el impacto del cambio climático, la necesidad de
prácticas agrícolas sostenibles, la justicia social para los productores, la
trazabilidad de los productos, la conservación de variedades autóctonas y la
resiliencia de los ecosistemas.
En este escenario, la Red Mundial de
Destinos Turísticos del Cacao y Derivados desempeña un papel fundamental.
Dependiente del Tourism and Society Think
Tank, esta Red trabaja en reconectar las regiones productoras con los
consumidores, los destinos turísticos y los visitantes, ofreciendo experiencias
inmersivas que abarcan desde el cultivo del cacao y su procesamiento, hasta la
degustación de chocolates de diversas procedencias y estilos.
Su misión es clara: unir a todos los
actores de la cadena de valor en un proyecto de desarrollo sostenible, turismo
cultural y beneficio colectivo. Más información en www.tourismandsocietytt.com/red-mundial-turismo-cacao-y-derivados.
La Red persigue objetivos estratégicos que se entrelazan en una misma visión. En el plano del turismo sostenible y educativo, fomenta rutas y redes turísticas que enseñan y sensibilizan acerca del cultivo, procesamiento y producción del cacao y sus derivados, incorporando prácticas agrícolas responsables.
En el ámbito de la cultura e identidad local, pone en valor las tradiciones, la historia y el patrimonio ligados al cacao, reforzando su papel en la economía y en la vida cultural de los pueblos productores.
En materia de beneficio para las
comunidades locales, genera oportunidades económicas reales para productores y
demás actores, impulsando un turismo inclusivo que reparte valor en todo el
territorio. Y en lo que respecta a experiencias gastronómicas, ofrece a los
visitantes vivencias culinarias y sensoriales auténticas, con variedades
locales, métodos tradicionales e innovaciones en chocolate que enriquecen la
oferta turística.
El alcance de la Red es amplio
y diverso. Integra destinos turísticos —ciudades, regiones y países
productores—, productores de cacao, empresas gastronómicas especializadas,
agencias de viaje, tour operadores, entidades académicas, empresas
tecnológicas, asociaciones de sostenibilidad, gobiernos locales y comunidades.
Cada miembro aporta un eslabón esencial en la cadena de valor del turismo del cacao, desde el cultivo sostenible y la preservación de variedades tradicionales, hasta la innovación en productos y el diseño de experiencias turísticas inmersivas.
Se trata de una
red viva, donde la colaboración internacional permite crear sinergias,
compartir buenas prácticas y generar un impacto económico y cultural que
trasciende fronteras.
El Día Internacional del
Chocolate es una oportunidad para que todos —productores, gobiernos, empresas,
turistas y consumidores— reconozcamos el trabajo de quienes cultivan el cacao
con respeto a la naturaleza y a las comunidades.
Es una ocasión para participar
en catas, talleres, ferias del chocolate, encuentros gastronómicos, rutas del
cacao y museos temáticos; para apoyar productos de comercio justo y chocolate
de origen certificado; y para promover políticas públicas que fortalezcan la
sostenibilidad, la protección de los ecosistemas y la mejora de las condiciones
laborales.
En esta jornada, la Red
Mundial de Destinos Turísticos del Cacao y Derivados refuerza su papel como
catalizador de un cambio positivo. Por un lado, demuestra que el turismo puede
servir como herramienta para conservar el patrimonio natural y cultural; por
otro, subraya que el desarrollo turístico ligado al cacao solo tiene sentido si
beneficia realmente a las comunidades locales, fomenta prácticas agrícolas
sostenibles y respeta el medio ambiente.
Su invitación es clara: que destinos, visitantes, organizaciones y gobiernos se sumen a este movimiento, se registren como miembros y promuevan nuevas rutas, eventos y productos que pongan en valor la diversidad varietal del cacao, su historia y su sabor.
El 13 de septiembre, el mundo no solo celebra un alimento que deleita los sentidos, sino también un legado que une culturas, fortalece economías y despierta conciencia. Gracias a la labor de la Red Mundial de Destinos Turísticos del Cacao y Derivados, este día se convierte en una ocasión para mirar atrás y hacia adelante, celebrando un pasado milenario y construyendo un futuro donde el chocolate sea símbolo de justicia, sostenibilidad y conexión humana.
*Artículo publicado en el newsletter de Tourism and Society Think Tank.
#Cacao #Chocolate #Tourism and Society Think Tank
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