Este análisis destaca no solo
una recuperación post‑pandémica notable, sino también la consolidación de un
interés global creciente por experiencias de espiritualidad, bienestar y
conexión cultural.
Durante 2024, este segmento
experimentó una expansión sólida desde un valor estimado en 174.98 mil millones
de dólares hasta unos 190.53 mil millones en 2025, lo que representa una tasa
CAGR del 8.9 %.
Este avance se atribuye al
aumento de los llamados “consumidores espirituales”, el redescubrimiento de
rutas de peregrinación y patrimonios religiosos, así como la mejora de
infraestructuras turísticas, campañas gubernamentales y la creciente renta
disponible.
El informe profundiza en los
factores que impulsan al turismo religioso, como el auge del turismo espiritual
y de bienestar, el incremento de los desplazamientos internacionales, tarifas
aéreas más accesibles, el crecimiento poblacional y la demanda de paquetes
religiosos especializados.
Asimismo, identifica tendencias claras:
mejoras en conectividad e infraestructuras de transporte, integración
tecnológica en las experiencias de fe (como realidad aumentada o tours
virtuales), prácticas sostenibles y plataformas online de reserva, todo en pos
de brindar experiencias más inmersivas y personalizadas.
La segmentación del mercado
muestra que el turismo religioso se divide en viajes domésticos y
peregrinaciones internacionales, cubriendo religiones como el catolicismo,
islam, hinduismo, budismo y otras tradiciones.
Incluye tours culturales y
patrimoniales, museos religiosos, retiros espirituales, festivales locales y
viajes de voluntariado con enfoque religioso.
Las ventas se canalizan tanto
por reservas online como presenciales, y los tipos de viajeros abarcan desde
turistas independientes hasta grupos organizados y paquetes completos.
El análisis regional señala
que Oriente Medio fue la región más importante en 2024, gracias a destinos
emblemáticos como La Meca o Jerusalén.
Sin embargo, se anticipa que
Europa será la zona con mayor crecimiento durante el periodo de previsión,
reflejando un resurgimiento del turismo cultural-religioso, aunque
Asia-Pacífico, América y África también registran una notable expansión.
Entre los actores clave del
mercado figuran importantes operadores globales del sector de viajes y turismo
como Booking Holdings, Expedia, Frosch International Travel, Insight Vacations,
Viator, G Adventures, Collette, Trafalgar, Holy Voyages, JTB Americas o Kesari
Tours, entre otros.
Estas empresas están
desarrollando plataformas digitales especializadas que integran planificación
de viajes espirituales, reservas, guías personalizadas y experiencias diseñadas
para satisfacer necesidades religiosas específicas.
Desde el enfoque operativo y
comercial, el crecimiento proyectado representa oportunidades significativas
para el sector turístico: ciudades y destinos emblemáticos pueden beneficiarse
de una mayor llegada de peregrinos, lo cual impulsa la economía local mediante
ingresos en alojamiento, restauración y comercio patrimonial, al tiempo que
crea un vínculo directo entre fe y turismo.
Además, abordar desafíos como
la sostenibilidad, la calidad de servicios y la innovación tecnológica
permitirá mejorar la experiencia del visitante y ampliar el alcance del turismo
religioso como sector.
El turismo religioso, definido
por The Business Research Company como aquellos ingresos generados por viajes
de peregrinación, tours patrimoniales, servicios de hospitalidad espiritual y
productos asociados, forma hoy una pieza clave del ecosistema global del
turismo.
Su evolución está
estrechamente ligada a transformaciones sociales, demográficas y culturales,
así como a la adaptabilidad de destinos que integran tradiciones religiosas,
tecnología y turismo contemporáneo.
La notable proyección que
ubica al mercado en 263 964 millones de dólares para 2029 subraya el potencial
estratégico de este nicho. Instituciones turísticas, agencias y destinos pueden
aprovechar esta tendencia, promoviendo rutas de peregrinación, festivales
religiosos, retiros y experiencias de turismo cultural para atraer un perfil de
viajero en búsqueda de significado y conexión personal.
En definitiva, el informe condensa una realidad clara: el turismo religioso está en ascenso sostenido, convirtiéndose en un actor de primer orden dentro del negocio global del turismo.
Las cifras apuntan a un sector que combina fe, cultura, tecnología y economía, y que no solo se adapta al contexto post‑pandemia, sino que emerge como una fuerza muy relevante para el desarrollo turístico y cultural del siglo XXI.
*Artículo publicado en la plataforma Tourism and Society Think Tank sobre la red de turismo religioso.
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