El Día Mundial del Turismo nos invita a reflexionar sobre la importancia de esta actividad para el desarrollo económico, social y cultural de los países, y a enfrentar los desafíos actuales que buscan definir su futuro.
En 2024, tras un periodo de recuperación
post-pandemia, el sector turístico local e internacional se encuentra en un
punto de inflexión, donde la sostenibilidad, la diversificación y la innovación
tecnológica emergen como pilares clave para su crecimiento.
Uno de los mayores retos que enfrenta la industria
turística chilena es la sostenibilidad. Con la creciente presión sobre los
recursos naturales y la necesidad de preservar los entornos únicos que atraen a
los turistas, la implementación de prácticas sostenibles se vuelve imperativa.
A pesar de las iniciativas para promover el turismo
responsable, aún queda mucho por hacer para integrar la sostenibilidad en cada
aspecto del sector.
Además, la infraestructura sigue siendo un obstáculo
considerable. Aunque Chile ha avanzado en la modernización de sus instalaciones
turísticas, muchas áreas aún carecen de la infraestructura adecuada para
recibir el número creciente de visitantes.
Desde el transporte hasta las instalaciones de
alojamiento, la falta de inversión en estos aspectos puede limitar la capacidad
del país para aprovechar al máximo su potencial turístico.
Otro desafío relevante es la diversificación de la
oferta turística. Para captar un mercado más amplio y resiliente, es
fundamental diversificar la oferta, integrando experiencias culturales,
gastronómicas y de bienestar que atraigan a diferentes tipos de turistas
durante todo el año, tanto a nivel nacional como internacional.
Además, la promoción de destinos emergentes ofrece una
oportunidad significativa para descongestionar los destinos tradicionales y
redistribuir el flujo de visitantes.
Lugares menos conocidos, como la Región de Los Ríos o
la Región de Atacama, tienen el potencial de convertirse en nuevos focos de
atracción si se les da el impulso adecuado en términos de promoción y
desarrollo de infraestructura.
El fomento del turismo de bajo impacto y la inversión
en turismo rural y agroturismo también podrían contribuir a un crecimiento más
equilibrado y sostenible. Estos segmentos pueden ofrecer experiencias
auténticas y personalizadas que a la vez respeten las comunidades locales y los
ecosistemas.
En cuanto a la innovación tecnológica, esta se está
posicionando como un aliado clave en la evolución del sector. Desde
aplicaciones móviles que mejoran la experiencia del visitante, hasta
plataformas de inteligencia artificial que optimizan la gestión de reservas, la
tecnología está transformando la manera en que los turistas interactúan con los
destinos.
La inteligencia artificial, por ejemplo, permite
personalizar recomendaciones de viaje, mejorando la experiencia del viajero,
abriendo nuevas oportunidades para el turismo internacional y nacional.
Al adoptar un enfoque innovador y sostenible, e incentivar tanto el turismo nacional como el internacional, Chile puede continuar fortaleciéndose como un destino de clase mundial, equilibrando el crecimiento económico con la preservación de su inigualable patrimonio natural y cultural.
Por Sergio Purcell. Gerente General de COCHA
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