Una de las características esenciales del turismo es el traslado, de manera voluntaria, de personas de un lugar a otro y, en ese sentido, la religión (sea cual sea) ha sido unas de las primeras razones por las cuales las personas deciden hacer un viaje fuera de su lugar de residencia habitual.
Se podría entender el turismo religioso, como aquellos viajes que realizan las personas para alcanzar gracias espirituales a través de la proximidad, el contacto o la inmersión en lo sagrado, o para el conocimiento de una religión y cultura a través de la práctica orientada u observación propia.
Una de las características de este turismo, es que parte de una decisión de estricto fuero íntimo y cada persona escoge los desplazamientos hacia determinados espacios físicos que están intrínsicamente relacionados con hechos espirituales y cuyos viajes, tienen como motivación principal la fe religiosa.
Motivaciones para la práctica de turismo religioso
Según
el Informe “Turismo y Religiones, una contribución al diálogo entre religiones,
culturas y civilizaciones” de ONU Turismo (UNWTO) podemos distinguir 3 tipos de
esta modalidad.
En
primer lugar, están las peregrinaciones en los destinos cuya actividad se ha
vuelto esencialmente turística. En segundo término, están los encuentros
religiosos y espirituales y los itinerarios y caminos que conducen a lugares de
peregrinación o a emplazamientos, monumentos y santuarios religiosos a través
de territorios y espacios rurales que se consolidan o en ocasiones renacen.
Y, por
último, peregrinaciones y romerías que incluyen isita y contemplación del
patrimonio material, conciertos de música sacra; celebraciones religiosas
conmemorativas; cónclaves administrativos y de feligresía; recepción personal
de gracias divinas; congresos, sínodos y concilios ad-hoc; retiros
espirituales, etc.
Organismos en América Latina.
Como hasta fines del siglo XX América
Latina fue esencialmente un exportador de feligreses que alimentaban el
turismo religioso europeo en su calidad de receptor, se vio la necesidad
de crear organismos específicos encargados de impulsar su desarrollo.
En ese sentido, se crea la Comisión
Latinoamericana de Turismo Religioso, (COLATUR) que se aprueba durante la realización de la FIT 2014 en Argentina para estimular
propuestas turísticas culturales innovadoras “respetando los tópicos
devocionales y de religiosidad que tienen estas experiencias”.
COLATUR, se define como “un espacio mixto
integrado por el sector Público y Privado, Empresarios, Cámaras, Asociaciones,
Ministerios y Secretarías de Turismo con el soporte institucional de COTAL
(Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina).
Abierto a todos los credos y personas vinculadas a la cultura, cuyo fin es
integrar a los países de la región, creando circuitos turísticos religiosos, en
una mesa de trabajo multidisciplinaria, plural y participativa. Aportando
también capacitación y formación a los profesionales de la industria”.
Para el 2019 y en el marco de la XXIII
encuentro de la Bolsa Turística del Caribe (BTC) que se realiza todos los años
en la ciudad de Santo Domingo se llevó a cabo el «Primer Congreso
Latinoamericano de Turismo Religioso y Destinos Emergentes» que se espera de un
nuevo impulso a la actividad.
El enfoque práctico es pasar de ser un
exportador neto de turismo a Europa a reforzar las bondades y atributos
del turismo religioso regional y local a través del turismo interno e
intrarregional.
Cifras en América Latina
En cuanto a cifras, no hay mucho y todo
apunta, a que el destino latinoamericano de turismo religioso de más
importancia es la
Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en México,
con una carga aproximada de 20 millones de peregrinos al año, tanto de origen
nacional como internacional.
Colombia asegura que recibe algo más de
890 mil peregrinos distribuidos entre el Santuario de Nuestra Señora de
las Lajas en Ipiales (Nariño) y la Basílica del Señor de los Milagros en Buga
(Valle del Cauca).
Guanare, la capital de Portuguesa, capital
espiritual de Venezuela, recibe anualmente a más de 50 mil turistas para
visitar la Basílica Menor, Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto.
Chile no se queda atrás pues de norte a sur cuenta con lugares de peregrinaje religioso y fiestas religiosas muy populares.
Entre ellas está la Virgen de la Tirana (16 de julio); la virgen de Andacollo (tercer domingo de octubre); el Nazareno de Cahuach (el tercer domingo de enero) entre muchas otras y entre los santuarios están el templo Votivo de Maipú, la basílica de Lourdes, el Santuario de Auco, la iglesia de san Pío Pietrelcina y la parroquia de San Expedito como ejemplos.
Y este año, en Fitur 2024 realizada en Madrid, se presentó la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso (WRTDN) que dirigida por la señora Pilar Valdés Arroyo, se organiza con objetivos claros para consolidar la relevancia y resiliencia del turismo religioso, destacando su misión de fomentar la apreciación y la conciencia intercultural a través del turismo religioso.
Al
elegir destinos que reflejan la diversidad cultural y espiritual, la WRTDN
garantiza que la autenticidad y el valor patrimonial sean los pilares de su
selección, garantizando así un catálogo de destinos que verdaderamente
representen la variedad y profundidad del patrimonio religioso global.
Vinculación con las comunidades
La
colaboración con las comunidades religiosas es otro pilar fundamental de la
WRTDN.
Reconociendo que estos sitios son más que meras atracciones turísticas,
la red se esfuerza por fortalecer los vínculos con las comunidades locales para
garantizar, una promoción conjunta que beneficie tanto a los visitantes como a
los guardianes de estos espacios sagrados.
Este enfoque colaborativo, sirve para fomentar el respeto mutuo y
garantiza que los destinos no sólo se visiten, sino que se experimenten en su
plenitud espiritual y cultural.
Infraestructura y promoción
En cuanto al desarrollo de infraestructura turística, la WRTDN pone
énfasis en la preparación y equipamiento de los destinos para recibir
visitantes de todo el mundo.
Lo anterior, abarca desde mejorar las vías de acceso y la señalización
hasta la formación de guías turísticos y la creación de centros de información,
que enriquezcan la experiencia de cada peregrino y turista, asegurando que cada
visita sea informativa, cómoda y, sobre todo, respetuosa con el entorno.
En el campo del marketing y la promoción, WRTDN está a la vanguardia con
estrategias de marketing innovadoras. Utilizando una combinación de técnicas de
comunicación tradicionales y modernas, la red busca aumentar el reconocimiento
y la apreciación de sus destinos afiliados.
Desde campañas en las redes sociales hasta presentaciones en eventos
globales, cada acción está diseñada para llamar la atención sobre la riqueza y
singularidad de los viajes religiosos y espirituales.
Sello turístico religioso
Un logro distintivo de la WRTDN es la creación del Sello de Destino
Turístico Religioso. Este sello no es sólo un sím
bolo de excelencia, sino una promesa de
autenticidad y calidad en el turismo religioso.
Al otorgar este sello, la WRTDN reconoce aquellos destinos que no sólo cumplen con los estándares establecidos, sino que también se comprometen a ofrecer experiencias profundamente enriquecedoras y respetuosas para los viajeros.
Además, se establece un precedente de excelencia en la preservación y promoción
del patrimonio espiritual mundial.
Para obtener más información sobre WRTDN y sus iniciativas, está el correo religi_destin@tourismandsocietytt.com
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