La Región de Tarapacá es una de las
dieciséis regiones en que se divide administrativamente
la República de Chile y su capital es la ciudad de Iquique
(del aimara: Iki Iki ‘'lugar de sueños', 'lugar de descanso'’)
que junto a Alto Hospicio forman el Gran Iquique con una población de 299.843
habs., aproximadamente.
Ubicada en el norte grande de Chile,
limita al norte con la región de Arica y Parinacota, al este con los
departamentos bolivianos de Oruro y Potosí, al sur con la región de Antofagasta
y al oeste con el océano Pacífico.
Cuenta con una superficie de
42 225,8 km² y una población al 2017, de 330 558 habs y está
compuesta por las provincias de El tamarugal e Iquique.
La cultura Chinchorro, changos, aymaras y
atacameños conformaron los pueblos originarios de esta región que perteneció
primero al Imperio Inca, luego al Virreinato del Perú, luego a la república del
Perú para terminar como parte del territorio chileno luego de la Guerra del
Pacífico.
En 1879 al comenzar la Guerra del
Pacífico, Iquique sería el escenario de episodios de primera importancia para
la historia de Bolivia, Chile y Perú ya que en el contexto del bloqueo
naval del puerto por la marina chilena, el 21 de mayo de ese año se produce el
Combate Naval de Iquique y el 16 de julio, la ciudad es bombardeada por la
Escuadra chilena.
La más significativa fue cuando miles de
trabajadores con sus familias, descienden en 1907 hasta Iquique refugiándose en
la escuela santa María de Iquique donde fueron asesinados por unidades
militares.
Sin embargo, el auge salitrero cayó con la
invención del salitre sintético lo que produjo un caos económico, hambruna y el
cierre de miles de las pequeñas oficinas salitreras que se extendían por todo
el desierto.
La Región de Tarapacá está inserta en pleno Desierto de Atacama frente a la cordillera de la costa.
Esta región comienza por encantar el
paladar con su diversa gastronomía que va desde el mar al altiplano, entregando
sabores únicos que se pueden disfrutar dentro de un casco histórico que refleja
toda la historia de la ciudad de Iquique, la que es bordeada por extensas
playas en dónde la práctica del surf y bodyboard es primordial.
Sus cerros son el reflejo de la
grandiosidad de la región, en los cuáles se puede vivir la experiencia de volar
en parapente en la localidad de Alto Hospicio y sentir la ciudad desde el
aire, además de la práctica del sandboard en el Cerro Dragón, declarado
Santuario de la Naturaleza.
En la Pampa del Tamarugal se
divisan las históricas salitreras, declaradas Patrimonio de la Humanidad
que se mezclan con la devoción religiosa que cada mes de julio, adorna el
pueblo de La Tirana.
Para el relajo, pozones de agua semi termal y los mejores frutos tropicales aguardan por el viajero en los oasis de Pica y Matilla.
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