Se trata de Jorge y María Inés Letelier, quienes con
las etiquetas Jorge Letelier Carmenere 2021 y Kelcherewe Cabernet
Franc-Carmenere 2020, respectivamente, lograron la más alta puntuación en la
categoría reservada para los vinos campesinos (91,667) y obtuvieron medalla de
oro.
La premiación del concurso se realizó el sábado en el
Casino Monticello y contó con la presencia del director nacional de INDAP,
Santiago Rojas, quien valoró el alto nivel alcanzado por los productores que
trabajan con la institución.
“Éste es el
sexto año que se premia la categoría de vinos campesinos en Catad’Or, lo que ha
permitido visibilizar, potenciar y abrir nuevos mercados para la producción
vitivinícola de la Agricultura Familiar Campesina”, dijo.
Jorge Letelier (92) es dueño de 10 hectáreas de
viñedos de cepa carmenere en el sector Las Garzas de Palmilla y debido a su
avanzada edad su hija María Inés (59) es su brazo derecho en las labores
agrícolas y lo apoya en la elaboración de sus vinos. En paralelo, ella, con
uvas de su padre y propias, produce vinos de la marca El Republicano, como el
ensamblaje premiado, además de carmenere, chardonnay y otros dulces.
Romye Barra contó que María Inés Letelier ya venía
haciendo buenos vinos cuando se incorporó al trabajo con INDAP, donde recibió
asesoría técnica para corregir algunos errores en los procesos de vinificación
y guarda, y en temas de comercialización (mejoró sus etiquetas con un proyecto
de Sercotec).
“La señora María Inés ya había trabajado en bodegas y
era una de las productoras más avanzadas: ordenada, metódica, responsable,
participativa y estudiosa. Tenía todo para que le fuera bien y lo demostró en
tres concursos anteriores, con medallas en Catad’Or Ancestral 2017, Catad’Or
Wine Awards 2018 y Catad’Or Ancestral 2019”, agregó Barra.
Respecto de Jorge Letelier, dijo que, hasta antes de
la pandemia, y pese a sus años, participaba en todas las actividades del
programa, como charlas, clases y jornadas en terreno, donde transmitía los
conocimientos de toda su vida: “Luego enfermó, fue operado de la vista y hoy
tiene problemas de movilidad, razón por la cual su hija Lorena lo representó en
la reciente premiación de Catad’Or, donde ya había obtenido una medalla de
plata en 2018”.
Padre e hija además forman parte, junto a otros 15
productores de uvas y vinos embotellados, de la Cooperativa Vitivinícola
Campesina de Colchagua (Covicam), creada en octubre de 2020 con el objetivo de
trabajar en forma asociativa en la compra de insumos y la comercialización de
sus vinos en la nueva era digital.
María Inés Letelier se mostró muy emocionada con el
premio y dijo que es un reconocimiento al trabajo que ha llevado adelante con
esfuerzo y entereza, junto a su padre, sus hermanas y sus dos hijas: Paula
(30), antropóloga, y Catalina (24), estudiante de agronomía.
“Cuando me separé decidí seguir emprendiendo sola y
decidí hacerlo mejor que antes. Si se quiere, se puede, dije, y aquí está el
resultado. Hay que creerse el cuento, ser una mujer empoderada”.
Contó que antes de dedicarse a “hacer vinos”, y sin haber estudiado en la universidad, trabajó en el laboratorio de Viña Siegel y luego en Viña Sutil, donde llegó a ser jefa de producción, embotellado y despacho, tiempo en el cual hizo todo tipo de cursos para irse perfeccionando y llegar a ser la emprendedora que es hoy.
Sobre su vino ganador del Catad’Or de este año, señaló que “es frutoso, equilibrado, con poca madera, de color intenso y persistente en boca”.En la categoría dedicada a los vinos campesinos de
Catad’Or participaron este año 57 productores de INDAP con 140 etiquetas, con
un resultado de 27 medallas, 24 de oro y 3 de plata, siendo la Región de Ñuble,
con sus vinos del Valle del Itata, las que más distinciones obtuvo (15
medallas).
También destacó la primera medalla de oro para La
Araucanía, con el espumante Wuampuhue Brut Pinot Noir 2021, de la productora
mapuche Isolina Huenulao, de Carahue, Valle de Cautín.
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