Con la misión de rescatar el origen del chocolate, La
Fête Chocolat acaba de lanzar una nueva edición limitada de productos,
elaborada en base a cacao de su propia plantación en Ticul, México que se ubica,
entre las ruinas del mundo Maya y la belleza natural de la Península de Yucatán
Una producción exclusiva de cacao Criollo, cultivado,
fermentado y secado gracias al apasionado trabajo de comunidades que se han
dedicado por generaciones a este arte, honrando la tradición Maya y respetando
el cuidado del medio ambiente.
A 80 kilómetros de Mérida, junto a las imponentes ruinas mayas de Uxmal, La Fête encontró el lugar perfecto para rescatar el pasado del chocolate. Ticul, una localidad que por su belleza fue bautizada como “La perla del sur” y que ahora, es el origen de una edición limitada de chocolate de la más alta calidad, con texturas, aromas y sabores únicos.
“Nuestro sueño al llegar a esas tierras fue rescatar
el origen Maya del chocolate, haciendo el mayor esfuerzo para obtener la mejor
calidad que nos pudiera dar ese terroir y así demostrar que en esas localidades
se podía obtener un producto final de altísima calidad”, asegura Jorge McKay, Fundador
y Presidente Ejecutivo de La Fête Chocolat.
Hoy, la chocolatería fina más importante de
Latinoamérica, ofrece una producción limitada de diversos productos elaborados
en base a este exclusivo cacao de su cosecha 2018 como son barras de chocolate,
bombones rellenos, Dragée de almendras caramelizadas y nibs de cacao bañados en
chocolate bitter.
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