La producción de vino en Chile, se inició con la
llegada de los españoles a las tierras chilenas. Acompañadas de un clima
privilegiado, se convirtieron en un lugar favorecido para cultivar las semillas
de vid traídas por ellos.
A mediados del siglo XIX, cuando gracias a la bonanza
económica producida por la minería y el comercio, los hombres de negocios
chilenos, viajaron a Francia y a su regreso, trajeron una selección de los más
finos “injertos” a Chile, solo un par de décadas antes de la gran plaga de
filoxera arrasara con viñedos completos en el Viejo Mundo.
En Chile, estos injertos crecieron en su “propia raíz”
y se convirtieron, sin quererlo, en un material genético muy valioso para el futuro,
en especial porque permitió que una variedad de ellos, el Carmenere (cepa casi
extinta) se desarrollara en Chile de manera oculta, por más de un siglo, entre
las cepas de Merlot.
Actualmente, la
industria vitivinícola chilena se posiciona como la duodécima
productora mundial y lidera, como la primera exportadora de América y el
hemisferio sur, siendo la cuarta a nivel mundial.
Los viñedos en Chile más reconocidos se concentran en
la zona centro sur del país en los valles de los ríos Limarí, Maipo, Maule,
Curicó, Rapel, Aconcagua, Colchagua, Itata, algunos cultivos nuevos en la
región de la Araucanía y el valle de Casablanca para vinos blancos.
Este último, que se ubica en la planicie costera de la
Región de Aconcagua, a 80 km de Santiago y a 41 km de Valparaíso, es
uno más de los valles que cruzan el centro de Chile entre la cordillera y el
mar.
Posee un clima templado cálido y por su ubicación y
relieve, recibe la influencia marítima lo que actúa como un moderador del
clima. Eso ayuda que existan meses sin grandes heladas y tiene con una
temperatura media, en verano, de 25°C y la media anual es de 14,4°C,
permitiendo que hoy por hoy, sea uno de los valles productores de vino blanco
más importantes de Chile haciendo del turismo vitivinícola, uno de sus mayores
atractivos.
Además, el valle ofrece condiciones propicias para una
maduración lenta que permite, especialmente, a las variedades blancas mantener
un sabor e intenso aroma. Casi el 80% plantado, corresponde a la cepa
Chardonnay.
Las oscilaciones térmicas existentes en el Valle del
Aconcagua, le han dado la denominación de "valle de clima frío", que
da las condiciones ideales para el cultivo de variedades tintas como Pinot
Noir y Syrah y de las variedades blancas tales como Sauvignon Blanc y Chardonnay.
Lo anterior, le ha dado un reconocimiento comercial
que ha permitido que los vinos tengan la denominación de origen (D.O.) chilena,
“Valle de Casablanca” y la superficie de viñas plantadas sea, aproximadamente
de 3.700 hectáreas.
Actualmente, la zona se ha convertido, en un destino
inolvidable para una escapada de fin de semana con una excelente oferta
gastronómica que ofrecen comida chilena refinada, a base de productos locales,
que son el maridaje ideal de los vinos de este valle.
Una de estas viñas es Viña La Recova.
Ubicada en el Estero s/n, Las Dichas, comuna de
Casablanca, V región de Valparaíso, es una viña boutique que produce vinos a
partir de una única variedad, el Sauvignon Blanc siendo sus vinos, el reflejo
del terroir, dándoles características únicas, siendo su especialidad el Late
Harvest o Cosecha Tardía.
El Late harvest o cosecha tardía, son vinos dulces,
que se producen dejando la uva durante más tiempo en la planta para que se
comience a deshidratar y de esta forma, concentrar su azúcar y su sabor y olor
se logra, como bien lo dice su nombre, recogiendo la uva lo más tardíamente
posible.
La leyenda cuenta que, en tiempo de guerra, los
agricultores no pudieron llegar a tiempo para cosechar las uvas, muchos dejaron
que se perdiera la cosecha, pero otros se aventuraron a hacer vino con esa uva
sobre madurada y así por un “error” humano, convirtieron el jugo de uva en
néctar de dioses.
Sin embargo, un vino dulce no siempre es el resultado
de una cosecha tardía. Un vino dulce es aquel que tiene alta concentración de
azúcar. Para lograr esta concentración la uva se deshidrata, esto se puede
lograr con la vendimia tardía, la podredumbre noble, la congelación y la
pasificación. Además, la cepa para un vino late harvest debe ser de piel fina,
como son los casos del Sauvignon Blanc, Moscatel, Furmint y Riesling.
Las regiones más reconocidas por sus vinos dulces son
Tokaj en Hungría, Sauternes y Barsac en Francia, y Rheingau y Mosel en
Alemania.
Generalmente, los vinos de cosecha tardía son un poco
más costosos que los otros vinos dulces, esto es porque se necesita más
cantidad de uva para producir un litro de vino ya que 1000kg de uva en su
momento ideal de cosecha se reducen a 550kg después de la sobre maduración los
cuales después del prensado, solo producen 300 litros de vino dulce siendo
mucho más espeso que cualquier vino común.
Retrasando la recogida, la uva alcanza una sobre
maduración, concentrando más azucares e idealmente manteniendo la acidez. En
este proceso, las levaduras que intervienen en la fermentación no logran
transformar todo el azúcar, produciendo así un vino dulce. Mientras más tarde
se recoge la uva, más alto es el nivel de azúcar, el cual se puede traducir en
un vino más dulce o con un porcentaje de alcohol mayor, o ambos.
En el caso de Chile, las uvas son cortadas entre mayo
y junio para que sean afectadas por un tipo de hongo que cubre su piel y
concentra sus sabores.
La idea es que los racimos puedan quedarse en la vid
el mayor tiempo posible, madurar con lentitud, a su propio ritmo y concentrar
al máximo sus aromas y sabores. Los racimos que se cosechan a mamo, se
seleccionan y el vino late harvest es vinificado y guardado en barricas de
roble. Una vez embotellado presenta un color dorado con fenomenales aromas y sabores.
A través del proceso de vinificación, y sus
propiedades naturales (su alto nivel de azúcar es un conservante natural),
estos vinos pueden ser guardados en una cava de madera durante años.
Para los turistas, visitar viña La Recova tiene varios
atractivos. En primer lugar, son recibidos en la casa de David Giacomini, dueño
de la viña. En segundo término, los visitantes pueden observar y entender, el
proceso de vinificación a pequeña escala. En tercer lugar, poder observar la
belleza de la viña, que se ubica en el rincón más remoto del Valle de
Casablanca y, por último, probar el Last Harvest, su especialidad.
David Giacomini, enólogo y dueño de La Recova expresa
que “en la viña, trabajamos observando el suelo y las estrellas para obtener la
mejor uva posible y hemos buscado, la frescura de la Cordillera de la Costa con
el objetivo de dar a nuestros vinos, un sello de origen único”.
Esta viña, produce varias variedades de Last Harvest.
Una de ellas es Orquídea que es 100% Sauvignon Blanc,
proveniente de Quebrada del Pulgar en el Valle de Casablanca. Los suelos son
graníticos rasos y pobres con extensas incrustaciones de cuarzo que aportan
notas minerales al vino.
Otro es Obstinado Rosé, Demi Se Ripasso de Sauvignon
Blanc. El jugo del SB esperó dormido en frío hasta que el orujo del Syrah lo
vino a despertar para inocular una frenética fermentación entre ambos que le
aporta no sólo color, pero aromas a fresas, frambuesas, granadinas y guindas
mezclándose con el maracuyá, generando una explosión de aromas que finalmente
lo convierte en una cereza dulce que la bruja, antes de regalárselo a su
próxima víctima, le preguntará a su espejo si existirá algún otro ejemplar de
Rosé más seductor que éste.
El método italiano llamado "Ripasso" hace
que el Sauvignon Blanc se vinifica sobre el orujo de un Syrah exigiendo
repetición del vino.
Se recomienda servirlo a 9° y va bien con montaditos
sobre pan a base de queso de cabra, cheesecake de frutos rojos, ensalada de
frutas, pero también ideal para disfrutarlo solo.
La tercera variedad es el Avid Sauvignon Blanc, que es
un vino Sauvignon Blanc denso y lleno de sabor, con carácter intensamente
cítrico y mineral. También, es elaborado de forma completamente orgánica en
viñedos situados en uno de los sectores más fríos y remotos del Valle de
Casablanca en “La Quebrada del Pulgar”.
En su bouquet se pueden distinguir aromas de las
frutas maracuyá, piña, melocotón, melón, papaya y guayaba. En las hierbas ají
verde, aceituna verde y espárragos. En las notas minerales el salino y en los
aromas animales, la miel.
En boca, es untuoso, con volumen, una acidez
exacerbada, final salino, muy intenso y extremadamente persistente en boca y se
recomienda servirlo a 9° C
Por su buena combinación de frescura y cuerpo es
perfecto para comidas con cierto cuerpo como cangrejos, pescados altos en
grasa, carnes blancas y cerdo.
Viña La Recova se puede visitar en verano de jueves a domingo entre las 10:30 y las 17:00 hrs y en invierno con previa reserva al teléfono de turismo +56997462727 o escribir al email de reservas de tours: judith@larecovawines.com
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