jueves, 30 de julio de 2020

Viña La Recova: rescatando una leyenda.


La producción de vino en Chile, se inició con la llegada de los españoles a las tierras chilenas. Acompañadas de un clima privilegiado, se convirtieron en un lugar favorecido para cultivar las semillas de vid traídas por ellos. 

A mediados del siglo XIX, cuando gracias a la bonanza económica producida por la minería y el comercio, los hombres de negocios chilenos, viajaron a Francia y a su regreso, trajeron una selección de los más finos “injertos” a Chile, solo un par de décadas antes de la gran plaga de filoxera arrasara con viñedos completos en el Viejo Mundo.

En Chile, estos injertos crecieron en su “propia raíz” y se convirtieron, sin quererlo, en un material genético muy valioso para el futuro, en especial porque permitió que una variedad de ellos, el Carmenere (cepa casi extinta) se desarrollara en Chile de manera oculta, por más de un siglo, entre las cepas de Merlot.

Actualmente, la industria vitivinícola chilena se posiciona como la duodécima productora mundial y lidera, como la primera exportadora de América y el hemisferio sur, siendo la cuarta a nivel mundial.
Los viñedos en Chile más reconocidos se concentran en la zona centro sur del país en los valles de los ríos Limarí, Maipo, Maule, Curicó, Rapel, Aconcagua, Colchagua, Itata, algunos cultivos nuevos en la región de la Araucanía y el valle de Casablanca para vinos blancos.

Este último, que se ubica en la planicie costera de la Región de Aconcagua, a 80 km de Santiago y a 41 km de Valparaíso, es uno más de los valles que cruzan el centro de Chile entre la cordillera y el mar.

Posee un clima templado cálido y por su ubicación y relieve, recibe la influencia marítima lo que actúa como un moderador del clima. Eso ayuda que existan meses sin grandes heladas y tiene con una temperatura media, en verano, de 25°C y la media anual es de 14,4°C, permitiendo que hoy por hoy, sea uno de los valles productores de vino blanco más importantes de Chile haciendo del turismo vitivinícola, uno de sus mayores atractivos.

Además, el valle ofrece condiciones propicias para una maduración lenta que permite, especialmente, a las variedades blancas mantener un sabor e intenso aroma. Casi el 80% plantado, corresponde a la cepa Chardonnay.

Las oscilaciones térmicas existentes en el Valle del Aconcagua, le han dado la denominación de "valle de clima frío", que da las condiciones ideales para el cultivo de variedades tintas como Pinot Noir y Syrah y de las variedades blancas tales como Sauvignon Blanc y Chardonnay.

Lo anterior, le ha dado un reconocimiento comercial que ha permitido que los vinos tengan la denominación de origen (D.O.) chilena, “Valle de Casablanca” y la superficie de viñas plantadas sea, aproximadamente de 3.700 hectáreas.

Actualmente, la zona se ha convertido, en un destino inolvidable para una escapada de fin de semana con una excelente oferta gastronómica que ofrecen comida chilena refinada, a base de productos locales, que son el maridaje ideal de los vinos de este valle.

Una de estas viñas es Viña La Recova.

Ubicada en el Estero s/n, Las Dichas, comuna de Casablanca, V región de Valparaíso, es una viña boutique que produce vinos a partir de una única variedad, el Sauvignon Blanc siendo sus vinos, el reflejo del terroir, dándoles características únicas, siendo su especialidad el Late Harvest o Cosecha Tardía.

El Late harvest o cosecha tardía, son vinos dulces, que se producen dejando la uva durante más tiempo en la planta para que se comience a deshidratar y de esta forma, concentrar su azúcar y su sabor y olor se logra, como bien lo dice su nombre, recogiendo la uva lo más tardíamente posible.

La leyenda cuenta que, en tiempo de guerra, los agricultores no pudieron llegar a tiempo para cosechar las uvas, muchos dejaron que se perdiera la cosecha, pero otros se aventuraron a hacer vino con esa uva sobre madurada y así por un “error” humano, convirtieron el jugo de uva en néctar de dioses.

Sin embargo, un vino dulce no siempre es el resultado de una cosecha tardía. Un vino dulce es aquel que tiene alta concentración de azúcar. Para lograr esta concentración la uva se deshidrata, esto se puede lograr con la vendimia tardía, la podredumbre noble, la congelación y la pasificación. Además, la cepa para un vino late harvest debe ser de piel fina, como son los casos del Sauvignon Blanc, Moscatel, Furmint y Riesling.

Las regiones más reconocidas por sus vinos dulces son Tokaj en Hungría, Sauternes y Barsac en Francia, y Rheingau y Mosel en Alemania.

Generalmente, los vinos de cosecha tardía son un poco más costosos que los otros vinos dulces, esto es porque se necesita más cantidad de uva para producir un litro de vino ya que 1000kg de uva en su momento ideal de cosecha se reducen a 550kg después de la sobre maduración los cuales después del prensado, solo producen 300 litros de vino dulce siendo mucho más espeso que cualquier vino común.

Retrasando la recogida, la uva alcanza una sobre maduración, concentrando más azucares e idealmente manteniendo la acidez. En este proceso, las levaduras que intervienen en la fermentación no logran transformar todo el azúcar, produciendo así un vino dulce. Mientras más tarde se recoge la uva, más alto es el nivel de azúcar, el cual se puede traducir en un vino más dulce o con un porcentaje de alcohol mayor, o ambos.

En el caso de Chile, las uvas son cortadas entre mayo y junio para que sean afectadas por un tipo de hongo que cubre su piel y concentra sus sabores.

La idea es que los racimos puedan quedarse en la vid el mayor tiempo posible, madurar con lentitud, a su propio ritmo y concentrar al máximo sus aromas y sabores. Los racimos que se cosechan a mamo, se seleccionan y el vino late harvest es vinificado y guardado en barricas de roble. Una vez embotellado presenta un color dorado con fenomenales aromas y sabores.

A través del proceso de vinificación, y sus propiedades naturales (su alto nivel de azúcar es un conservante natural), estos vinos pueden ser guardados en una cava de madera durante años.

Para los turistas, visitar viña La Recova tiene varios atractivos. En primer lugar, son recibidos en la casa de David Giacomini, dueño de la viña. En segundo término, los visitantes pueden observar y entender, el proceso de vinificación a pequeña escala. En tercer lugar, poder observar la belleza de la viña, que se ubica en el rincón más remoto del Valle de Casablanca y, por último, probar el Last Harvest, su especialidad.

David Giacomini, enólogo y dueño de La Recova expresa que “en la viña, trabajamos observando el suelo y las estrellas para obtener la mejor uva posible y hemos buscado, la frescura de la Cordillera de la Costa con el objetivo de dar a nuestros vinos, un sello de origen único”. 

Esta viña, produce varias variedades de Last Harvest.

Una de ellas es Orquídea que es 100% Sauvignon Blanc, proveniente de Quebrada del Pulgar en el Valle de Casablanca. Los suelos son graníticos rasos y pobres con extensas incrustaciones de cuarzo que aportan notas minerales al vino. 

Otro es Obstinado Rosé, Demi Se Ripasso de Sauvignon Blanc. El jugo del SB esperó dormido en frío hasta que el orujo del Syrah lo vino a despertar para inocular una frenética fermentación entre ambos que le aporta no sólo color, pero aromas a fresas, frambuesas, granadinas y guindas mezclándose con el maracuyá, generando una explosión de aromas que finalmente lo convierte en una cereza dulce que la bruja, antes de regalárselo a su próxima víctima, le preguntará a su espejo si existirá algún otro ejemplar de Rosé más seductor que éste. 

El método italiano llamado "Ripasso" hace que el Sauvignon Blanc se vinifica sobre el orujo de un Syrah exigiendo repetición del vino.

Se recomienda servirlo a 9° y va bien con montaditos sobre pan a base de queso de cabra, cheesecake de frutos rojos, ensalada de frutas, pero también ideal para disfrutarlo solo.

La tercera variedad es el Avid Sauvignon Blanc, que es un vino Sauvignon Blanc denso y lleno de sabor, con carácter intensamente cítrico y mineral. También, es elaborado de forma completamente orgánica en viñedos situados en uno de los sectores más fríos y remotos del Valle de Casablanca en “La Quebrada del Pulgar”.

En su bouquet se pueden distinguir aromas de las frutas maracuyá, piña, melocotón, melón, papaya y guayaba. En las hierbas ají verde, aceituna verde y espárragos. En las notas minerales el salino y en los aromas animales, la miel.

En boca, es untuoso, con volumen, una acidez exacerbada, final salino, muy intenso y extremadamente persistente en boca y se recomienda servirlo a 9° C

Por su buena combinación de frescura y cuerpo es perfecto para comidas con cierto cuerpo como cangrejos, pescados altos en grasa, carnes blancas y cerdo.

Viña La Recova se puede visitar en verano de jueves a domingo entre las 10:30 y las 17:00 hrs y en invierno con previa reserva al teléfono de turismo +56997462727 o escribir al email de reservas de tours: judith@larecovawines.com

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