De acuerdo a la Tercera Encuesta Nacional de Salud, la
población de 20 a 29 años es bastante sedentaria (81,2%) y tiene un bajo
consumo de 5 o más frutas y verduras durante el día (13,1%) lo que deriva en un
alto porcentaje de jóvenes con sobrepeso (35,8%), obesidad (22,5%) y obesidad
mórbida (2,1%).
Dado que la obesidad mórbida es una enfermedad que en
su gran mayoría se puede tratar sólo mediante cirugía bariátrica, el
especialista recomienda detener su avance a tiempo.
“Por otra parte, como la universidad genera estrés y no
siempre se tiene tiempo para comer, si una persona pasa muchas horas sin comer,
el cuerpo se estresa, sobre todo el cerebro haciendo que aumente el cortisol y
que cueste concentrarse en clases. Comer cada 3-4 horas, porciones pequeñas y
saludables disminuye también la ansiedad. En cambio, el azúcar la estimula
porque genera una dependencia y te pone ansioso”, explica Valentina Arriagada, nutricionista
del Centro Inspira.
Para controlar el estrés y la ansiedad, la
especialista recomienda preparar colaciones simples, saludables y llevarlas a
la universidad para cuando el hambre aprieta.
Estas son ejemplos de colaciones que contienen
carbohidratos, vitaminas y proteínas, que son fácil de preparar y que son fáciles de llevar
en la mochila:
Frutas enteras o picadas; Chips de manzanas (los
venden en supermercados y son como papas fritas); Yogurt o leche individual
descremado; Sandwich de jamón, queso o con verduras y atún; Barras de cereal
sin azúcar; Cuadritos de queso fresco o amarillos (no más de media taza); Rollos
de jamón de pavo o pollo; Huevos duros o tortillas de huevo
Scoop de proteínas; Bolitas proteicas caseras (pueden
hacerse mezclando maní picado con ciruelas o plátano molido con coco rallado); Queque
saludable hecho con harina integral, huevos, leche y stevia
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