Malalcahuello |
Cada viaje es descubrir nuevos paisajes, nuevas actividades y sobre todo a personas y cada vez que viajo, siento como si descubriera nuevos mundos que están más cerca de lo que uno cree.
Cada viaje, me enseña cómo es mi país, a
maravillarme con su geografía, historia y especialmente con las personas que
viven en esos lugares porque sin ellas no habría nada que conocer.
En el mes de junio tuve la oportunidad de
viajar a conocer la Araucanía Andina, esa que se viste de novia cada invierno,
la que guarda en su interior el fuego de los volcanes, en la que se encuentran
bosques milenarios que son considerados una maravilla en todo el mundo; la que
alberga lo más preciado y sagrado de la cultura mapuche como es el piñón; la
que alberga a pueblos originarios que han sabido preservar sus culturas.
A esa Araucanía que no se deja moldear por
nada, viaje.
Invierno en la Araucanía
La Araucanía Andina es un parque natural
que conserva valiosos y únicos ecosistemas, ofreciendo al turista, paisajes
únicos e impactantes.
En los parques y reservas se aprecia la
maravilla de los colores que cambian de estación en estación: los rojos y
amarillos en otoño; los verdes, blancos y azules del invierno; la gama múltiple
y llena de vida de la primavera y el calor renovador y chispeante del verano.
Aquí, el turista va a encontrar la infraestructura
adecuada para el desarrollo de la actividad turística con una conectividad
excelente. Prueba de ello, son el excelente estado de carreteras y caminos que,
en invierno, deben ser transitados con precaución por la nieve y el hielo que
cubre los caminos.
Es
decir, son preferibles los vehículos que tienen tracción en las cuatro ruedas y
en algunos puntos, es necesario poner cadenas para el buen desplazamiento de
los vehículos. Los servicios de agua potable, electricidad están presentes en
la generalidad del territorio urbano.
En cuanto a comunicaciones, la mayoría de
los sectores cuentan con buena señal telefónica y de Internet móvil. En
transporte, se aprecia la existencia de terminales de buses en todas las
comunas y a nivel regional un aeropuerto que conecta vuelos diarios con
Santiago y, en general, el territorio cuenta con una buena infraestructura para
el desarrollo del turismo.
Parque Amavida |
La ciudad de Curacautín, es el punto de
entrada a la Araucanía Andina y el lugar ideal para recuperar fuerzas después
de un viaje largo.
Entre muchos locales se encuentra
“Cafemanía” (Serrano 248, Curacautín) que resultó el mejor lugar para disfrutar
de una taza de café o de chocolate caliente llena de malvaviscos ($3.600) y que
vale la pena conocer.
Para los amantes de los deportes de nieve,
para quinees quieren reponer fuerzas o disminuir el estrés o hacer turismo
aventura o gastronómico o vulcanológico o científico o sencillamente quieran
levantarse a leer o a estudiar en paz, la Araucanía andina ofrece distintas alternativas
que lo van a dejar plenamente satisfecho.
Aquí podrá encontrar tres reservas
nacionales (Malalcahuello/Nalcas; China Muerta y Alto Biobío) y dos parques
nacionales (Tolhuaca y Conguillio) que, junto con la belleza del paisaje,
ofrecen aventura y diversión por montones.
La reserva Nacional
Malalcahuello-Nalcas, al norponiente de la región de La Araucanía, es una de
las más lindas de Chile.
El relieve de esta reserva ha
sido marcado fuertemente por la actividad volcánica y glaciar, siendo el
principal accidente geográfico de la zona, el volcán Lonquimay con 2.820 metros
de altitud junto con el cráter Navidad, que terminó su último proceso eruptivo
el verano de 1990, por lo cual existen escoriales volcánicos recientes y un
paisaje surrealista al mezclarse el escorial con bosques milenarios de
araucarias.
Creada en 1931, la reserva
tiene una superficie de 31.260 hectáreas, que destacan por su gran diversidad
de flora y donde el bosque nativo, se manifiesta en miles de colores y formas,
producto de la geografía volcánica.
Turismo wellness en la Araucanía
Andina.
La zona es ideal para disfrutar del
descanso en aguas termales que son mágicas y rodeadas de impactante naturaleza.
Esta área, tiene cuatro centros termales que son termas Malleco; Malalcahuello;
Cañón del Blanco y de Manzanar.
Eso sí, las aguas termales se encuentran
en toda la zona por la cercanía con el volcán Llaima que la convierte en un
destino especial de bienestar y relajación.
Un lugar especial para el descanso es el
parque Amavida (https://www.parqueamavida.cl/) y como a Malalcahuello (en
mapudungun: «Corral de caballos») llegamos a la hora de almuerzo, fuimos
recibidos por el dueño del parque Amavida don Juan Vio y su señora Cecilia
Estay quienes nos mostraron tanto las instalaciones como la gastronomía del
lugar.
El Parque Amavida, ubicado en
Malalcahuello (Ruta 181, Curacautín), es un parque de más de 20 hectáreas, con
senderos, riachuelos, cabañas, restaurant, SPA, Tinas Calientes.
En
invierno las actividades externas están restringidas por que la nieve tapa los
senderos, pero, aun así, el lugar permite el descanso, la relajación y
desconexión. Es absolutamente un destino wellness que hay que conocer.
Parque Amavida |
Sobre los baños de bosque, don
Juan Vio comentó que “el baño de bosque es una terapia que se realiza
simplemente, entrando a un bosque.
Este tipo de terapias parte en
Japón hace unos 60 u 80 años denominada Shinrin-yoku,
que es una sencilla y terapéutica práctica nipona, que consiste en pasar tiempo
en un bosque.
Entonces, como ellos tenían un alto nivel
de estrés, incluso altos niveles de suicidios, ellos decidieron buscar alguna
forma para que las personas pudieran bajar esos niveles de agotamiento.
¿Y por qué se les ocurrió investigar el bosque? Luego de estudios concluyeron que al estar viviendo en la ciudad para descansar se piensa en la vida en el campo o ir a la playa y ver las olas del mar.
Esto se avala con el hecho de que la mayor
parte de la vida de la humanidad ha ocurrido en el bosque, no en la ciudad.
Entonces, para nuestro inconsciente, la casa natural es el bosque. Entonces,
cuando las personas van al bosque van a su casa, porque ese el lugar de origen
y cuando las personas están en un bosque ven lo verde y eso les produce
tranquilidad, porque su naturaleza está ahí.
¿Qué hacemos nosotros en la terapia? Solo
pasar por el bosque produce tranquilidad, pero acá les proponemos que utilicen
todos sus sentidos en la caminata (tacto, vista, oído, olfato), que se
concentren en ello y eso les provoca una sensación de tranquilidad y paz
interior.
Eso inmediatamente, les rebaja el estrés y
hay fichas médicas con las cuales se mide el nivel de estrés antes de ingresar
y luego de 10 minutos de terapia y los niveles son absolutamente distintos en
todas las personas”.
Además, hay una sala de spa
con salas de masajes que relajan hasta el último de los músculos del cuerpo y
una habitación especial para el sauna con una ventana panorámica, que da al
bosque y al riachuelo que pasa por el lado de la sala, permitiendo una
relajación total, tanto del cuerpo como del espíritu y con una privacidad
total.
Malacahuello |
Además, el café (elaborado con
los mejores granos y mezclas seleccionadas), el té, el chocolate caliente junto
a los ricos pasteles y sándwiches son el final perfecto de un día de excursión.
Pero en Malalcahuello hay
mucho más que relajación y buena comida.
Junto a ello, hay un turismo de montaña que ofrece una amplia gama de actividades y eso, se los contaré en otro relato.
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