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Pontaldo,Atalaia Arraialdo Cabo. (c) Thiago Freitas |
El "sobreturismo" es
una tendencia internacional que genera malhumor a los residentes de los
destinos más populares del mundo y también, a los viajeros que invierten tiempo
y dinero para visitarlos
Para quienes huyen de la
superpoblación, las playas brasileñas son una alternativa perfecta por su gran
belleza natural, buen clima e infraestructura para todos los públicos.
Aquí
algunas de las mejores playas del litoral brasileño para disfrutar del sol la
orilla del mar sin sufrir empujones ni filas
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Praia de Algodoes. Marau Bahia. (c)Marcio Filho |
Antunes y Camacho (MARAGOGI,
ALAGOAS)
Situada en la Costa dos Corais
-conocida como "el Caribe brasileño"-, Maragogi es un polo de grandes
resorts, pero también cuenta con recodos tranquilos.
La hermosa playa de Antunes,
al norte del centro de Maragogi, es de visita obligada y destaca por sus
cálidas aguas turquesa.
Imperdible el paseo en lancha
al Camino de Moisés (a solo tres km de Maragogi), una piscina natural donde se
abre un sendero de arena que permite adentrarse al mar sin sumergirse.
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Bombinhas. Santa Catarina. (c) Bruno Possani. Unsplash |
Para llegar a Maragogi hay dos
opciones a distancias similares (130 kilómetros): los aeropuertos de Recife o
Maceió, las capitales de Pernambuco y Alagoas, respectivamente. São Miguel dos
Milagres (ALAGOAS)
Un desvío de la ruta costera
de Alagoas (105 kilómetros desde el aeropuerto de Maceió) hacia el interior
ayudó a preservar 40 kilómetros de playas perfectas con mar muy tranquilo,
protegidas por arrecifes.
São Miguel dos Milagres es un
pequeño pueblo de pescadores situado a 100 km de Maceió, un rincón del noreste
de Brasil con buen tiempo todo el año.
En São Miguel dos Milagres el
visitante encontrará una naturaleza privilegiada, un mar azul celeste, posadas
con encanto, buena comida, playas sin olas y pequeños barcos de pesca.
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Praia de Algodoes. Maru Bahia. (c) Marcio Filho. |
El
pueblo cuenta con cinco playas bien conservadas a las que se puede llegar a
pie, pero pasar de una a otra puede ser complicado debido a la subida de las
mareas (consultar el calendario lunar antes de hacer el viaje). Península de Maraú (BAHÍA)
La Península de Maraú es la
mayor reserva de playas desiertas de Bahía. Su litoral cuenta con 40 kilómetros
de playas tranquilas y, para variar, algunas con oleaje en Taipu de Fora.
Algodões y Saquaíra tienen
piscinas naturales frente al mar y Cassange ofrece un lago de agua dulce a poca
distancia de la playa. La región está a 240 kilómetros de Salvador y a poco más
de 100 kilómetros del aeropuerto de Ilhéus, que es la mejor opción de acceso.
La formación de las piscinas naturales depende
del calendario lunar y el mejor momento es cuando hay luna llena o luna nueva
para disfrutarlas con marea baja. Preá (JERICOACOARA, CEARÁ)
La playa de Preá, a 283
kilómetros de Fortaleza, fue destacada el mes pasado por The New York Times
como una de las mejores del mundo para practicar kitesurf.
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Praia do Preá. Jericoacoara. (c) Jade Queiroz. |
“Fuera del agua, hay mucho que hacer en la
región, como alquilar quads y buggies, montar a caballo y nadar en lagunas de
agua dulce", señaló el periódico. Preá tiene un pequeño centro, pero las
posadas (desde las más sencillas a las más lujosas) están muy cercanas a la
playa.
Para llegar, hay que volar a
Jericoacoara y hacer un corto trayecto de media hora, o desembarcar en el
aeropuerto de Fortaleza y viajar por una carretera asfaltada por un trayecto de
unas dos horas y media.
Galinhos (RIO
GRANDE DO NORTE)
Galinhos es una península
arenosa con una franja de mar de aguas verdes, un manglar ventoso que tiene una
salina detrás y dunas perfectas para disfrutar de un pueblo con aire de aldea
de pescadores. Se encuentra a 150 kilómetros
del aeropuerto de Natal (que recibe vuelos nacionales e internacionales) y aun
así no tiene una gran afluencia de turistas, ni siquiera los fines de semana.
Hay una buena selección de posadas, todas ellas con fácil acceso a la orilla
del mar.
Los paseos en barco son una
delicia -el mar suele estar muy tranquilo- y suelen incluir, almuerzo a bordo y
fogata en las dunas al atardecer.
Bombinhas y Praia
do Rosa (SANTA CATARINA)
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Praia do Rosa Garopaba. (c) Renato Soares. |
Em baja temporada, la
península costera formada por playas como Bombinhas, Mariscal, Canto Grande,
Conceição, Embrulho, Lagoinha, Sepultura, Tainha y Zimbros, garantizan descanso
y comunión con la naturaleza, aunque en verano los accesos suelen ser un festival
de filas y bocinazos.
Bombinhas está a 70 kilómetros
del aeropuerto internacional de Navegantes y a 80 de Florianópolis. Al lado,
Praia do Rosa es una de las pocas casi salvajes de la zona, cuyos tramos más
frecuentados por turistas están en el lado sur, donde se encuentran los kioscos
y restaurantes más surtidos y Lagoa do Meio, lugar preferido de las familias
con niños.
Entre julio y noviembre, la
costa catarinense recibe la visita de las ballenas francas, que pueden
avistarse desde los miradores en tierra firme.
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Praia de Antunes. Maragogi. (c) Marco Ankosqui. |
En agosto y septiembre el clima
es agradable ya que oscila entre los 20 y los 23 grados. Praia da
Feiticeira (ILHABELA, SÃO PAULO)
Ilhabela es el destino de
playa más atractivo de la costa norte de São Paulo, con una serie de hermosas
playas para elegir entre el mar tranquilo y otras de mar abierto con olas y gran
parte del territorio es un parque estatal, que suele estar abarrotado en los
feriados y en enero.
El norte de la isla, sin
embargo, es la opción ideal en temporada baja para disfrutar de buena
hotelería, clima cálido y espacio abierto para disfrutar de las vacaciones, a
sólo 180 km de la ciudad de São Paulo y sus 12 millones de habitantes y el aeropuerto
ideal para viajar a Ilhabela es el de Guarulhos, más alejado del bullicioso
centro de São Paulo.
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Praia do Jabaquara Ilhabela. (c) Maristela Colucci |
Quienes viajen en familia o en
grupo pueden optar po
r los clubes de playa de la región, bien atendidos y
tranquilos de lunes a viernes. Los fines de semana, mejor optar por los tramos
menos frecuentados de las playas más extensas (Jabaquara o Castelhanos) o las
playas sin bares (Praia do Pinto y Praia da Armação al norte, Praia da
Feiticeira al sur).
Una advertencia: Ilhabela es
célebre por sus mosquitos; el antídoto es la ingesta de vitamina B y repelente
a base de citronela.
Arraial do Cabo y
Búzios (RÍO DE JANEIRO)
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Praia do Patacho (c) Marco Ankosqui Caminho |
La costa de Río de Janeiro
ofrece maravillas imperdibles de arena blanca y mar celeste, pero los fines de
semana soleados y en las vacaciones escolares, la invasión de turistas es una
tradición.
Sin embargo, fuera de la
temporada alta es posible encontrar en Arraial do Cabo (180 km de la ciudad de
Rio de Janeiro) joyitas como Praia dos Anjos o Pontal do Atalaia, tan bellas
como semi desiertas.
Búzios -muy conocida por los
viajeros chilenos por su aire boho chic, buena gastronomía y decenas de playas
tranquilas-, es un destino perfecto para llegar el lunes y escaparse el
viernes, salvo que la tranquilidad de la semana compense las jornadas agitadas
del fin de semana, cuando llegan los contingentes de viajeros desde las
ciudades cercanas.