Cocinar es un oficio, un acto cotidiano que nos conecta con quienes somos y con quienes amamos. Por eso, en el Día del Chef celebrado hace pocos días, quiero recordar que todos y todas podemos ser chefs.
Cada persona que prepara un plato para su familia, para sí
mismo, que sorprende a un amigo con una receta o que se atreve a probar un
nuevo ingrediente, está ejerciendo ese rol de creador y cuidador a través de la
cocina.
Hoy la gastronomía vive una transformación que va más allá del sabor. La tecnología se ha convertido en una aliada fundamental para hacer más eficiente nuestro trabajo, pero también para contribuir a la sostenibilidad.
Hornos inteligentes, sistemas de cocción que
optimizan energía y electrodomésticos que reducen el desperdicio nos muestran
que cocinar puede ser un acto de amor no solo hacia los demás, sino también
hacia el planeta.
En esa línea, junto a TEKA
hemos comprobado cómo la innovación en la cocina puede marcar la diferencia:
hornos con funciones que ahorran energía, encimeras que permiten mayor
seguridad y soluciones que facilitan cocinar más sano y con menos impacto ambiental.
Pero ¡ojo! La tecnología no reemplaza la pasión, sino que la potencia. Hace
posible que cocinar sea un placer consciente y responsable.
Porque cocinar es disfrutar, compartir y cuidar. Es regalar tiempo, energía y creatividad. Es amor. Hoy ser chef también significa conciencia: elegir bien, cocinar con responsabilidad y dejar que la innovación nos ayude a cuidar lo que más importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario