Esta iniciativa buscaba
acercar al público japonés y a los visitantes
internacionales a los sabores que definen la identidad chilena, a través de
productos únicos,
nacidos de la agricultura de menor escala y elaborados con saberes ancestrales.
La delegación estuvo liderada por el subsecretario de Agricultura, Alan
Espinoza; el director del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP),
Santiago Rojas; y la agregada comercial de ProChile y agregada agrícola, Nury
Disegni.
A ellos, se suman representantes de gremios tales como
Anamuri, Campocoop, Unaf, Red Apícola Nacional, Monachi, AG apicultores de
Chile.
“Durante la Semana del
Patrimonio Alimentario le mostramos al mundo la riqueza y diversidad de productos que
ofrece Chile, fruto del trabajo de nuestra agricultura.
Queríamos
que conocieran esta diversidad, pero también que esto se traduzca en
oportunidades reales de consolidar la presencia de nuestro país en mercados
clave de Asia”, señaló el subsecretario Espinoza,
“Lo anterior, es fundamental para abrir nuevas posibilidades
comerciales a pequeños y medianos productores y productoras, fortalecer sus
ingresos y proyectar una agricultura más justa y sostenible”.
Ignacio Fernández, director
general de ProChile, destacó que “la agricultura de menor escala es el corazón
de nuestro patrimonio alimentario.
Representa la diversidad de
nuestros territorios y el compromiso de nuestras comunidades y familias rurales
con la sostenibilidad, la calidad y la cultura. Estos productos no solo
alimentan, sino que cuentan historias, conectan paisajes y cruzan fronteras.
Hoy, Chile los presenta al mundo como embajadores de nuestra identidad”.
Por su parte, el director
nacional de INDAP, Santiago Rojas, señaló que “el mundo tuvo
la posibilidad de conocer productos con historia,
identidad y sabor único.
Desde mieles patrimoniales
hasta frutas, vinos y recetas que rescatan saberes campesinos. Todo con un
sello: el trabajo de los pequeños productores de nuestro país, el cual
contribuye a una alimentación sostenible y saludable”.
La muestra incluyó
degustación de productos que reflejan la geografía
extrema de Chile y la creatividad de sus cocinas locales. Productos como el
manjar de leche de cabra del Norte Chico, merkén mapuche, nueces verdes encurtidas,
avellanas, el ajo chilote, pasas, maqui y calafate de la Patagonia, entre
otros.
Cata de mieles chilenas y
vinos patrimoniales
A ella se sumó una delegación de seis empresas chilenas apícolas de la Región del Maule que fueron por convocatoria de ProChile. Estas empresas son Kolmenares, Apícola Santa Teresita, Estación H2ONEY, Apiverk, Apícola San Patricio y Apisnativa, quienes tuvieron visitas técnicas en Tokio y Osaka. También la barra de vino permanente tendrá una presentación de vinos con cepas patrimoniales como País y Cinsault, destacando la diversidad de vinos que existen en el país.
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