El té (Camellia Sinensis) es un árbol
de hoja perenne originario de Asia, que se cultiva en climas cálidos y
húmedos de regiones elevadas respecto al nivel del mar y sus hojas, son
utilizadas para elaborar la bebida que lleva su nombre.
El té tiene su origen en
Oriente, donde era valorado por su efecto de bienestar y sus propiedades
medicinales. Más tarde se le consideró un elemento de lujo y distinción,
llegando a ser identificado como un factor de buen gusto y refinamiento. En la
actualidad, el té es reconocido en todo el mundo como medio de placer y
deleite.
Según estimaciones, se
consumen alrededor de unas 15.000 tazas de té por segundo en todo el mundo.
Cómo se descubrió
el té.
Existen muchas leyendas y
mitos en torno al descubrimiento del té. La más difundida es la del Emperador
chino Shen Nong, alrededor del año 2737 a. de C.
Se relata que se quedó dormido
bajo un árbol y durante su sueño se levantó una ligera brisa, varias hojas de
un árbol se desprendieron y se posaron en el agua hirviendo. Fue así como nació
el té.
De medicina a símbolo de
refinamiento.
Durante mucho tiempo, se consideró al té
como una bebida medicinal, que se obtenía hirviendo hojas frescas en agua y era
un alimento de consumo cotidiano en China y se mantuvo dentro de la hermética
cultura china.
A través de los comerciantes holandeses,
el té llegó a Europa. El matrimonio del rey Carlos II con la princesa portuguesa
Catalina de Braganza, introdujo el té en la corte inglesa, porque ella era una
gran consumidora de esta infusión y la puso de moda en la corte británica.
Y como en el siglo XVII el té era muy caro,
sólo lo podían consumir las clases más altas de la sociedad, por lo que se terminó
considerando un símbolo de refinamiento y estatus social.
Llega a las Américas.
Consumo en Chile.
El consumo de té en Chile comenzó
a ser más popular cuando en 1767, se estableció un impuesto sobre la yerba mate
con el fin de solventar la construcción del puente de Cal y Canto en la ciudad
de Santiago.
Eso desincentivó el consumo
del mate haciendo que la población empezara a consumir el té. Luego, el
establecimiento de la colonia inglesa en Valparaíso y la explotación del
salitre fueron, principalmente, los factores que iniciaron el consumo de manera
masiva en Chile.
Actualmente, Chile es uno de los líderes a nivel regional, con una tasa per cápita de 427 tazas por persona, seguido de muy lejos por Argentina con 95 tazas, Uruguay con 80 y Bolivia con 75 tazas por persona.
Cifras que por supuesto exigen que el mundo del té evolucione y ofrezca productores innovadores, más allá del clásico té negro y té verde.
Innovando en el mundo del té.
Es así como surgen nuevas
tendencias y para esta primavera-verano la propuesta es ocupar este bebestible
de una manera diferente es decir usar el té para crear refrescantes mocktails y
cócteles para disfrutar junto a la familia y amigos en cualquier ocasión.
“Hoy el té es un producto que va más allá de
consumirlo en una taza caliente en la once, desayuno o durante el día. Los
fanáticos piden que generemos nuevos sabores, como por ejemplo, Caramel Dreams,
té negro o verde con esencias frutales, e incluso líneas exclusivas para fechas
especiales como la navidad.
Es por eso que Basilur siempre
está buscando cómo sorprender a sus consumidores”, comenta Solange
Treguear, sommelier de Té Basilur en Chile.
Tea time |
En esta nueva línea, el
consumidor podrá disfrutar de lo mejor del té verde con blends de Earl Grey,
berries y guisante de mariposa - que al añadir unas gotas de limón hace que
cambie de color, pasando de azul a morado - menta y frutos del bosque.
“La combinación del mundo del
té y la mixología, ofrece un amplio abanico de
posibilidades para experimentar
y ofrecer una experiencia sensorial única.
Sin duda, los cócteles basados en el té son una tendencia que permite disfrutar de todo el sabor y beneficios del té de una manera distinta, enriquecedora y emocionante. Es una invitación a explorar nuevas dimensiones gustativas.
Así como también, la presentación de esta nueva línea de tés, no dejará a nadie indiferente, ya que se presentan en latas de hermosos diseños, convirtiéndolo en un regalo lujoso y sincero, para alguien realmente especial.
Maridajes perfectos
Así como se busca encontrar la pareja
perfecta entre vinos y alimentos, también es importante potenciar la experiencia
sensorial entre el té y la comida en la cual, ambos se reflejen y ninguno
opaque al otro. que la comida y el té potencien la experiencia sensorial
Según la plataforma “Anamaya. Té del mundo”,
cuando maridamos con té, hacemos el ejercicio de tomar un
sorbo de té, comer un bocado o trozo de la comida y volver a tomar el té.
El té debe ser capaz de
limpiar la boca, es decir, debe ser el sabor del té el que persista en la boca
y no el de la comida. Además, la comida no se debe deslucir por el sabor del té
e idealmente hacer sinergia y resaltar algún aspecto de esta o del té”.
Conocer el tipo de té, intensidad; astringencia del
té; ggusto básico y notas aromáticas
son los aspectos claves que permiten lograr un buen maridaje.
Por ejemplo, con el té darjeeling,
conocido como el champagne del té, es un té negro, cosechado a 2000 metros en
los Himalayas. Presenta leves notas a moscatel. Sus notas ligeras y florales
complementan los sabores frescos y vegetales del open sándwich compuesto de
humus y vegetales encurtidos.
Por su parte el té Masala Chai, con sus especias
cálidas y complejas de la India, es una combinación que permite equilibrar los
sabores intensos de un sándwich de roast beef, alioli y mostaza encurtida al
mismo tiempo, que complementa el sabor del macarrón de canela preparado con
Masala Chai.
El té Rose Earl Grey (clásico té inglés
con bergamota) complementa el sabor intenso de la brocheta de atún y palta (pan
fabricado con tinta de calamar, relleno con atún sellado, carpaccio de pepino, tartar
de palta y palmito) y también perfecciona el sabor de la tarta de frutillas al
resaltar, lo dulce de la crema de cítricos y las frutillas mientras que las
rosas añaden un toque floral que realza el sabor de la tarta
Por último, el Cream Fantasy
tiene un perfil suave aterciopelado que puede ser una buena combinación para el
entrenet de chocolate bitter y avellana.
Estos dos últimos tés, también acompañan muy bien a los clásicos scones, que con la mermelada de naranja o el dulce de leche o la crema de vainilla, crean la pareja perfecta para la hora del té.
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