Praia Funda (c) Alexandre Macieira |
Además de ser una de las postales más
célebres, conocidas y visitadas de Brasil, las playas urbanas de Rio de Janeiro
son accesibles en transporte público o auto, y, aun ubicadas en centros
urbanos, son un excelente nexo con la naturaleza.
Sin embargo, hay un litoral
"oculto", poco transitado por los turistas internacionales, que
comienza donde terminan las grandes zonas edificadas, a unos 70 km hacia el
oeste de la ciudad.
Praia do Perigoso (c) Alexandre Macieira |
Se encuentra en un Área de Protección Ambiental, con naturaleza preservada y rica en bellos paisajes. Para llegar, hay que conducir por la Avenida Estado da Guanabara, ya que la región no tiene metro ni transporte público.
Praia do Meio (c) Foto Alexandre Macieira |
Al ser la playa más cercana al casco
urbano, cuenta con estacionamiento (con capacidad limitada, por lo que conviene
llegar temprano), y su horario de funcionamiento es de 7 a 19 horas. Para
visitarla, mejor evitar la temporada alta (diciembre, enero y febrero),
feriados y vacaciones escolares.
Después de Grumari, hay un conjunto de
cinco playas a las que sólo se puede acceder en barco o por senderos de distintos
niveles de dificultad. El sendero hacia las playas remotas sale de Barra de
Guaratiba para desembocar en Praia do Perigoso (Playa del Peligroso), a menos
de 20 km de Grumari. Para quienes prefieren ir por tierra, la ruta hacia Praia
do Perigoso incluye un sendero de dificultad media que insume aproximadamente
una hora.
Praia do Inferno (c)Alexandre Macieira |
Y aunque parezca un destino arriesgado, la playa del Perigoso no lo es: su
nombre -según la leyenda urbana- se debe a que el lugar fue, durante mucho
tiempo, el hogar de un forajido que eligió la región como refugio y mantuvo
alejados a los visitantes.
Hoy, la playa es tranquila y la naturaleza es su principal atractivo: desierta, pero rodeada de paisajes increíbles.
Praia do Perigoso forma parte del Parque Estadual de Pedra Branca, que cuenta con más de 12 mil hectáreas de áreas preservadas con rica biodiversidad, manantiales y muchos animales típicos del bioma de la Mata Atlántica.
Pedra do Telegrafo (c) Yago Prado |
En el Parque de Pedra Branca de Barra de Guaratiba, también está la famosa Pedra do Telégrafo, un mirador desde el que se divisa toda la costa oeste de Rio de Janeiro y, en días despejados, incluso Ilha Grande, en la Costa Verde fluminense (la que conduce a las conocidas Ilha Grande, Angra dos Reis y Paraty).
Grumari |
El pico posee 354 metros de altitud, y desde allí, se puede acceder a una vista privilegiada de la Restinga da Marambaia, de las playas de Grumari y Barra da Tijuca, y hasta de la Pedra da Gávea, en el corazón de la zona sur de la capital carioca.
Chile tiene más de 90 frecuencias semanales, directas a con escalas, a diversas capitales brasileñas, entre ellas Río de Janeiro.
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