Conocido como durazno de viña o morado, el
durazno betarraga es un tradicional fruto que ha permanecido en sectores
rurales, pero difícil de encontrar en mercados y en viveros. Por este motivo,
la empresa Botania, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria
(FIA) del Ministerio de Agricultura, ha liderado estudios y asesorado la
producción a pequeña escala de agricultores de la región del Maule, con lo que
esperan contribuir al rescate y valorización patrimonial de la especie.
La especie se puede encontrar desde la
Región de O´Higgins a La Araucanía y sobresale por sus propiedades
antioxidantes similares a las del arándano, pero cuenta con un rendimiento por
hectárea superior.
A partir de estas virtudes, en el marco
del proyecto FIA, Botania ha coordinado su trabajo con pequeños productores de
la comuna de Constitución, con quienes han conseguido la materia prima para
elaborar una pulpa de durazno que conserva las propiedades del fruto.
En esta línea, la coordinadora del proyecto, Lorena Marchant, destacó que “un camino posible para conservar productos patrimoniales es a través de la innovación en alimentos.
Desde los inicios del proyecto trabajamos con un grupo de agricultores que cuentan con el durazno en su huerto y se han interesado en explorar alternativas de transformación ya que al ser un fruto que madura muy rápido su venta como fruta fresca es compleja.Por este motivo, probamos distintas
tecnologías para desarrollar un ingrediente que conserve sus propiedades
antioxidantes, nutricionales, de sabor y aroma”.
La directora ejecutiva de FIA, Francine
Brossard, señaló que “hay que destacar de esta iniciativa que es un ejemplo
cómo las mujeres lideran acciones y dan valor a las producciones agrícolas
locales, ya que este proyecto inició como una forma de rescate del patrimonio
frutícola y se ha trabajado en sentar las bases de un negocio sostenible para
pequeños productores, dándole valor para el mercado a un producto generado a
baja escala, con propiedades organolépticas únicas y que representa identidad
productiva y cultural local.
Además, es materia prima para alimentos
sanos y nutritivos, lo cual se alinea completamente con el compromiso que
tenemos junto al Ministerio de Agricultura, promover la alimentación
saludable”.
Botania para elaborar la pulpa ha
trabajado junto al Centro de Estudios de Alimentos Procesados (CEAP), por lo
que cuenta con Resolución Sanitaria y una trazabilidad completa. Cabe añadir
que, entre los diversos usos del producto, destaca en preparaciones gourmet,
jugos, helados, coctelería y puré de durazno 100 % de fruta, sin azúcar.
Este fruto no es muy dulce y tiene un
retrogusto amargo terroso, similar al vino, es un sabor super interesante para
ser utilizado en preparaciones dulces o saladas”, añadió la coordinadora del
proyecto.
“Esperamos poder continuar nuestro proyecto y colaborar con la industria gastronómica y hotelera, ya que constituyen el último eslabón en la cadena de conservación de los alimentos con historia”, cerró Marchant.
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