A continuación, Unique, línea premium de catering y
eventos de Aramark, y su chef ejecutivo, Guillermo Hurtado, sugieren algunos
tips para emparejar diferentes tipos.
Tip 1: No es recomendable acompañar un vino de varios
años de guarda con un queso de un sabor más complejo y pronunciado como un
queso azul, ya que los sabores y aromas se contraponen, impidiendo sentir las
características y atributos de ambos alimentos.
Tip 2: Los quesos más blancos y frescos se combinan
bien con los vinos con notas cítricas y alta acidez, dado que tienen un gusto
más suave y fresco. Por ejemplo, puedes acompañar un queso de cabra con
un Sauvignon Blanc.
Tip 3: Un queso de pasta seca y madurado como el parmesano, se complementará mejor con un tinto con cuerpo mediano y aterciopelado como un Merlot.
Del mismo modo, un Gruyere con cualquier vino blanco con notas lácticas como un Chardonnay o un Gouda con un tinto ligero como un País. En los tres casos habrá un correcto equilibrio de sabores.Tip 4: La intensidad del queso azul empareja mejor con
un Oporto o cualquier vino dulce de cosecha tardía o podredumbre noble. Esto
porque al ser un queso muy salado, su sabor será contrarrestado con un vino de
notas más dulces, evitando de esta manera, la sensación de hostigamiento que
puede producir. A esto le llamaremos maridaje por contraste.
Tip 5: Quesos blandos y maduros como el Camembert y el
Brie, quedan bien acompañados con la champaña o vinos como el Sauvignon Blanc,
Chardonnay o Rieslieng.
Tip 6: El clásico vino Carbenet Sauvignon se marida muy bien con quesos semi duros y grasos como el Manchego y el Provolone italiano.
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