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María Francisca Cortés Coloma |
De un 50% a un 90% de la vitamina D que necesitamos
diariamente se obtiene a través de la exposición solar de la piel. El resto la
conseguimos de fuentes alimentarias ¿Pero sabes qué tipos de alimentos son?
Según explicó la nutricionista del
Departamento de Salud de la Dirección General Estudiantil (DGE) de la
Universidad Católica del Maule (UCM), María Francisca Cortés Coloma, la
vitamina D es encontrada naturalmente en pocos alimentos: pescados grasos como
el salmón y las sardinas, carnes rojas, hígado, yemas de huevo y alimentos
fortificados como cereales.
Otra de las limitaciones es la
fortificación de alimentos, puesto que no permiten que se cubran los
requerimientos diarios utilizándolos como fuente única, “considerando que un
vaso de leche aporta 0,4 mcg (16 UI) y una porción de cereal fortificado puede
contener de 0,7 a 1,2 mcg (30 a 50 UI) con tres porciones de cereal fortificado
(debe comprobar que viene fortificado en los ingredientes e información
nutricional del producto), más dos porciones de lácteo diarias y una porción de
pescado graso como el salmón, podrían llegar a cubrir los requerimientos
diarios.
Sin embargo, no podemos basar la
alimentación de todos los días en alimentos ultra procesados como los cereales
fortificados al desayuno, siendo esto una limitante para la ingesta diaria de
vitamina D”, explicó.
Pero ¿Tiene alguna relación la vitamina D
con el COVID-19?, al respecto, la nutricionista UCM, detalló que “La evidencia
actual indica que existe una alta prevalencia de la deficiencia de Vitamina D
en pacientes con la enfermedad, especialmente en adultos mayores.
Si bien, no se demuestra una asociación
con la aparición de la enfermedad, si se comprueba una asociación con la
severidad de esta, por lo que se genera una recomendación de evaluar los
niveles sanguíneos de esta vitamina con el fin de tratar deficiencias o
insuficiencias en pacientes”, expuso.
Si bien la exposición 20 minutos al día
del 40% de la piel bastaría para evitar deficiencias, actualmente debido a la
estacionalidad, horas de luz y altura de nuestra región, no permite tener una
exposición efectiva para la síntesis correcta, además se debe considerar que
recomendar a las personas a exponerse al sol sin protección solar es
inadecuado, sabemos que este tipo de exposición es perjudicial para desarrollar
melanoma o cáncer de piel”, continuó explicando María Francisca Cortés,
nutricionista de la UCM.
Los principales motivos por los que se
genera esta deficiencia son por falta de exposición solar, responsable de hasta
el 90% de la síntesis de vitamina D, bajo consumo de alimentos ricos en esta
vitamina o mala absorción asociada a problemas de salud como enfermedad celiaca,
síndrome de intestino irritable, pancreatitis crónica, fibrosis quística o cirugías
como el bypass gástrico.
“La vitamina D es fundamental para el desarrollo y mantención de nuestro sistema óseo (huesos) ya que permite la absorción adecuada del calcio. Evidencia creciente pero no carente de conflicto ha demostrado asociaciones entre la deficiencia de vitamina D y cáncer, enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedades auto inmunes y depresión”, sostuvo la experta UCM.
“Durante el periodo de invierno se sugiere evaluar niveles sanguíneos y suplementar esta vitamina de ser necesario, siempre esta indicación debe ser entregado por un profesional. Cabe mencionar que las necesidades varían de adultos a niños, distintas etapas del ciclo vital y estilos de alimentación. Variando de las 400 a 800 UI diarias en vegetarianos, veganos, mujeres, adultos mayores y embarazadas las recomendaciones más altas”, cerró la nutricionista UCM.
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