El evento, que fue organizado por el Instituto de
Investigaciones Agropecuarias (INIA), tuvo como objetivo presentar oficialmente
esta innovación proveniente de la Región de Aysén, el que, entre otros
aspectos, tiene por objetivo ampliar el panorama de opciones productivas (frutícolas)
de la zona para generar nuevas alternativas de desarrollo para dicho lugar
del país. Los invitados tuvieron la oportunidad de catar Keóken en dos
versiones: Pinot Noir en tinto y Chardonnay en vino blanco.
“Para INIA es un orgullo presentar este vino, que es
el más austral del mundo. Un vino patagónico con características propias, por
lo que representa y entrega un producto con valor agregado proveniente de la
región de Aysén y para la industria vitivinícola del país”, comentó Pedro
Bustos, director nacional de INIA.
“En el caso de INIA, como es una institución de investigación,
nosotros damos el primer paso y acompañamos en el escalamiento comercial, ,
para ello nos asociamos o vinculamos con agricultores. Son ellos los que tienen
que hacer el desarrollo comercial. Este proyecto ha sido apoyado por FIA, donde
hemos logrado incorporar con éxito a agricultores locales”, agregó
Bustos.
Keóken, concepto que proviene de la lengua Tehuelche y que se significa “amanecer”, nace con un objetivo de innovación de INIA para impulsar el desarrollo de viñas en la Patagonia con un vino que se luce y posiciona como el más austral del mundo, al ser elaborado y embotellado en la latitud 46°32′ Sur.
“Keóken es el vino más austral del mundo gracias a su
origen y ubicación en Chile Chico. En cuanto las características en sí, la zona
de Chile chico y algunas localidades que bordean el Lago General Carrera, hay
un microclima que permite que las parras lleguen a madurez total, pero solo con
las variedades que tienen un ciclo de desarrollo corto, que son las que
elegimos para el proyecto”, comentó Marisol Reyes, investigadora del proyecto y
enóloga de INIA.
El
equipo de trabajo de vides y frutales del centro regional INIA Tamel Aike es el
primero en producir vinos en la Patagonia chilena, bajo condiciones de alta
ventosidad y bajas temperaturas, pero con la ventaja de tener noches frías y
largos días soleados en verano más la moderación que entregan las turquesas
aguas del lago General Carrera, lo que ha permitido generar un producto sin
igual y de alta calidad. Esto ha derivado en la elaboración de vinos de
distintas cepas, de las que se presentan y las más prometedoras son Pinot Noir
y Sauvignon Blanc, que habían sido envasadas anteriormente, a las que hoy se
suma Chardonnay.
En los próximos años, los investigadores de INIA esperan avanzar en el manejo de los viñedos y la elaboración de vinos, que cada año presentan un nuevo desafío.
Conjuntamente, se presupuesta ir transfiriendo las tecnologías generadas y
apoyar a los productores locales que quieran sumarse a este desafío de producir
los vinos más australes del mundo.
“Tenemos un segundo proyecto, apoyado por FIA, que
nace sobre la base del desarrollo iniciado por INIA con el proyecto Keoken.
En este, participan dos productores de las comunas de
Puerto Ibáñez y Chile Chico. Ellos, sí van a comercializar los vinos de la Patagonia
austral, en particular Pinot Noir y Chardonnay, que se encuentran entre las
variedades más prometedoras según nuestra investigación”, puntualizó Marisol
Reyes. La investigadora agregó que “están abiertas todas las posibilidades de
comercialización.
Nuestra idea era que se comercialice asociado al turismo en esas zonas al principio, pero eso no quita que se venda en Santiago o en otros lados. Las expectativas que se generan con este vino son bastante grandes”.
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