Las diminutas bayas color azul oscuro se caracterizan por sus propiedades antioxidantes, que frenan el envejecimiento y producen efectos positivos sobre la salud cardiovascular. Pero, ¿Por qué comerlos si se pueden beber?
Con lo mejor de dos mundos, una de sus presentaciones
más diferenciadoras está en la cerveza Kunstmann Arándano, la cual se
caracteriza por su suave dulzor, intenso aroma y un gusto alicorado, en el
que se identifican arándanos y otros berries.
Refrescante, agridulce, con un final caramelizado y
ligeramente amargo, esta especialidad de los valdivianos aprovecha las virtudes
de los frutos de la zona, representando a la perfección la naturaleza del sur
de Chile.
Está elaborada con maltas rubia y caramelo, levadura
Ale y compuesta por lúpulo Hallertauer Tradition. Este formato se
encuentra disponible en 4pack 330cc en supermercados y botillerías a lo largo
del país, como también en formato schop 300 y 500cc en los Kunstmann Craft Bar
de Vitacura, Ñuñoa, Viña del Mar y la Cervecería en Valdivia.
Entre las recomendaciones del especialista cervecero
de Kunstmann, Tomás Gajardo, es ideal para degustar con postres; debido a que
sus notas vienen muy bien con el dulzor, haciendo de este maridaje uno muy
amigable, sin ser empalagoso por su frescura.
Para quienes gustan más de sabores salados, la cerveza también contrasta muy bien con el sabor ácido del limón o el vinagre, por ello se recomienda acompañar con platos ligeros y saludables como ensaladas o entradas, por ejemplo, el tartar de atún.
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