Que la Laguna sea Santuario significa que cualquier
actividad o proyecto que se desarrolle en la zona tendrá que ingresar al
Servicio de Evaluación Ambiental (SEIA) y hacer todos los procedimientos
correspondientes para corroborar el resguardo de la zona, además de ser esta
reconocida en los instrumentos de planificación territorial.
En este sentido, desde el punto de vista de la
conservación, esta declaración figura como un hito de gran relevancia, ya que
contribuye tanto al cuidado de la naturaleza como a la regulación del
desarrollo inmobiliario en los alrededores de la Laguna; actualmente en el
sector de Batuco hay muchas actividades industriales que, a partir de ahora,
deberán procurar no generar impactos negativos en su desarrollo.
Sin embargo, aun cuando esta declaración representa un
paso importante dentro del trabajo de conservación, aún queda un largo camino
por recorrer para asegurar la protección de los humedales de Lampa, labor que
The Nature Conservancy (TNC) y otras organizaciones siguen ahondando en vista
del riesgo que hoy corren estos fundamentales ecosistemas.
Laguna de Batuco, punto de partida crucial para
la conservación
Ubicado en el norponiente de la comuna de Lampa, la
Laguna de Batuco forma parte de una red de humedales que conectan humedales
costeros con los valles transversales del centro del país y hacia otras
regiones. Debido a su alta concentración de biodiversidad, el humedal es
considerado como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad,
pues abarca más de 14.000 hectáreas.
No obstante, pese a toda la normativa legal que lo
regula, el humedal de Batuco se ha visto fuertemente degradado a lo largo del
tiempo, alterando su estructura, función y composición y, a su vez,
desencadenando pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos.
En este sentido, The Nature Conservancy (TNC) ha
colaborado con diversas organizaciones para la conservación del territorio,
tomando como punto de partida la realización del Plan de conservación
humedal de Batuco 2018 – 2023, un trabajo liderado por TNC y Fundación San
Carlos de Maipo, que se realizó gracias al compromiso de más de 35
instituciones.
Esto demuestra la importancia de un trabajo
estratégico y colaborativo para la protección de estos ecosistemas.
También cabe destacar que el trabajo de conservación
no solo contribuye al resguardo de la naturaleza, sino que va en beneficio
directo de la comunidad; la declaración de la Laguna de Batuco como Santuario
genera espacios para recreación en un lugar donde realmente hay muy pocas de
estas áreas. Además, por su riqueza biológica, esta zona posee un enorme
potencial de desarrollo turístico.
Mirada de TNC
Si bien la Laguna de Batuco figura como un punto de
partida elemental para la conservación, la mirada de TNC es más territorial y
se proyecta mucho más allá de la laguna; TNC busca conservar el sistema
completo de humedales de Batuco, que comprende cerca de 11.000 hectáreas.
Esto abarca las conexiones que tienen los humedales, como el humedal Puente Negro, el de Santa Inés, el estero de Lampa y los humedales de Quilicura de O’Higgins y San Luis. Muchos de estos humedales son temporales, y aparecen los espejos de agua en invierno.
En este sentido, TNC busca que los humedales de la
zona de Lampa sean protegidos y reconocidos en los instrumentos de
planificación territorial para que se pueda desarrollar una ciudad más armónica
con la naturaleza.
En vista de la creciente expansi
ón de Santiago Norte,
comenzar a considerar la biodiversidad en la planificación de la ciudad resulta
fundamental para poder resguardar estos vitales ecosistemas.
“Nosotros continuamos trabajando por la conservación
del sistema de humedales de Batuco, estamos enfocados en el resto de los
humedales de la zona, levantando información técnica para lograr su
conservación. Pero estos se encuentran muy amenazados, estamos contra el
tiempo”, explica Francisca Bardi, Coordinadora de Conservación de TNC.
Actualmente, los humedales en las comunas periurbanas
están desprotegidos ya que la ley de humedales urbanos vigente no los
considera, al ser susceptibles a desaparecer producto de los desarrollos
inmobiliarios que se realizan fuera de las áreas urbanas, como los grandes
condominios o loteos que se desarrollan habitualmente a las afueras de
Santiago.
A lo anterior se
suman los casos de loteos ilegales, como el recientemente ocurrido en la zona
de Puente Negro, que pone en riesgo tanto a la naturaleza como a las
comunidades de la zona.
“Los humedales son como grandes esponjas naturales que filtran y regulan el flujo del agua. Hoy existen muchos humedales en Lampa que han sido rellenados y ya es muy tarde para ellos.
Se han perdido algunas batallas. Pero este hito de la declaración puede provocar un giro en nuestra forma de pensar la naturaleza. Lo importante es seguir avanzando hacia ello”, finaliza Bardi.
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