La crisis sanitaria no ha sido obstáculo para que las industrias del vino, pisco y espirituosos participen masivamente en una nueva edición de Catad’Or Wine Awards, el concurso internacional con sede en Chile más longevo y relevante de América Latina, alcanzando un récord histórico de convocatoria este año y reafirmando su liderazgo continental en este tipo de certámenes.
Con crecimiento de un 38 %, respecto de 2019, y con 940 muestras (83% de Chile)
de 295 empresas, 14 países y 69 Denominaciones de Origen, Catad’Or es un
barómetro del sector que, año a año, va mostrando la evolución de una
industria tan dinámica como activa.
“A pesar de la adversidad que conlleva la pandemia y tomando todos los resguardos
que rigen en la ley sanitaria vigente, realizaremos esta edición aniversario
porque estamos conscientes que las bodegas de Chile y el mundo requieren más
que nunca ser evaluadas y proyectadas al mercado a través de este tipo de
instancias” señala Pablo Ugarte, CEO de Catad’Or.
El concurso cuenta con el alto patrocinio de la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino)
y de la Unión Internacional de Enólogos, además de ser el único
concurso de Latinoamérica perteneciente a VINOFED (Federación
Internacional de Grandes Concursos de Vinos y Licores). Cada una de estas
instituciones designa un comisario especial que asiste al evento para velar por
el buen cumplimiento de los reglamentos y normas internacionales.
Durante el evento, que tendrá como país invitado a Eslovaquia y como
Denominación de Origen invitada al Valle del Cachapoal en la Región de
O’Higgins, se sumará una atractiva transmisión Live, donde los asistentes
podrán conocer cómo es el concurso por dentro, con entrevistas a jurados y
cápsulas de los valles del mundo que participan este año.
La premiación se realizará vía streaming el lunes 16 de noviembre a las 12
horas, conducida como ya es habitual por Sofía Le Foulon, directora de
desarrollo de Catad’Or.
En esta edición se observa un creciente interés de las bodegas en participar y
reactivar su promoción y ventas en el mercado nacional –que con la pandemia ha
escalado de 13 a 18 L per cápita– e internacional a través del sello Catad’Or.
Además, en lo que respecta a las variedades en
competencia, se aprecia una interesante evolución respecto de la versión 2019,
con un aumento significativo en cepas como la Chardonnay y Cabernet Franc, así
como las patrimoniales Moscatel, País y Cinsault. Crecen también los
ensamblajes, además de la Carmenere y Cabernet Sauvignon.
Por otro lado, se mantiene la tendencia al alza de
nuevas cepas que se explica principalmente por la creciente incorporación de
nuevos emprendedores en el vino, por la incursión en vinos de nicho por parte
de las grandes bodegas y por la participación de más países productores, entre
los que destacan Portugal, Eslovaquia, Francia, Italia, EE.UU., Líbano y
Bolivia.
“Párrafo aparte merece la categoría ‘Vinos Ancestrales Campesinos’ provenientes
de todo el territorio nacional que, con más de 150 muestras desde el oasis de
Codpa en Arica hasta el Valle del río Cautín en la Araucanía, consolidan una
oferta de vinos con fuerte identidad cultural y territorial, una colaboración
al rescate patrimonial de estos vinos chilenos, fruto del trabajo que venimos
realizando hace años con INDAP.
Otra de las categorías que emerge con fuerza este año
es la de ‘Otros espirituosos’ con una notable participación de Gin, muchos de
ellos destilados en Chile, confirmando una verdadera ‘ginaissance’ local…”
continúa Ugarte.
El jurado está compuesto por comisiones de expertos
internacionales, conformadas por paneles mixtos de enólogos, sommeliers, prensa
especializada y otros actores de la industria, quienes evalúan todos los
productos en catas a ciegas (solo pueden ver el color y acceder a información como
el contenido de azúcar, la añada y la crianza).
Esto impide que el catador se deje influenciar por la
procedencia o la marca. El panel de cata está compuesto por 45 connotados
profesionales nacionales y extranjeros de reconocido prestigio a nivel internacional.
Además, Catad’Or ha creado categorías específicas para
las sesiones de cata, de manera que más allá de degustar vinos blancos, tintos,
espumantes o dulces por separado, ha agrupado los productos según su método de
elaboración, condición o escala productiva.
Por ejemplo, los vinos “icono”, “naturales” y de “pequeñas producciones” (menos de 10.000 litros de producción) son catados junto a sus pares. Adicionalmente, el concurso está 100% informatizado y esto permite entregar a los productores un informe detallado y confidencial de cómo fue evaluado cada uno de sus vinos.
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