Al llegar las vacaciones nos olvidamos de los horarios
y por ende de nuestra rutina de comidas, esto puede generar desórdenes en el
sistema digestivo e incluso aumento de peso.

El verano es la época favorita de muchos, ya que
descansamos y nos olvidamos de las preocupaciones. Si bien el panorama parece
perfecto, nuestro cuerpo sufre graves consecuencias por dejar de lado la rutina
de alimentación que tiene durante el resto del año.
Desde marzo y hasta casi todo el mes de
diciembre, seguimos pautas, hábitos y costumbres que nos ayudan a llevar una
alimentación ordenada, esto además de mantener nuestro peso, evita problemas
digestivos y mejora nuestra salud mental y corporal. Sin embargo, en verano ocurre
el efecto contario, donde es común que nos saltemos comidas y no respetemos
horarios.
Para hacer la tarea un poco más fácil y evitar pasar
malos ratos en nuestras vacaciones, la nutricionista de ISS Chile, Bianca Mira,
entrega seis consejos para ordenarnos en este periodo.
1. Seguir horarios: Vivir sin preocuparse del
reloj es sinónimo de felicidad, no obstante, puede afectar a nuestros hábitos
alimenticios. Es importante que, independiente de que estemos en modo de
relajo, tengamos en consideración que nuestro cuerpo necesita comer cada 3-4
horas e hidratarse constantemente.
La especialista recomienda llevar siempre una botella
de agua y colaciones cuando ameriten. De esta manera se evitarán periodos
largos sin comer y nuestro cuerpo estará hidratado y sobrellevando de mejor
manera las altas temperaturas.
2. Evitar desayunos abundantes: Comer rico es un
hecho en vacaciones. A pesar de tener tentaciones, lo ideal es que no nos
olvidemos de incluir frutas y verduras frescas, fibra y lácteos. Esto hará que
nuestra primera comida del día nos aporte los nutrientes suficientes para
evitar el estreñimiento y subidas de peso. Además nos hará sentir más
satisfechos.
3. Controlar carbohidratos y frituras: Durante el
resto del año nos preocupamos de comer saludable, pero al llegar el calor y el
relajo siempre se da lugar a las comidas altas en carbohidratos. Si bien es
prácticamente imposible dejarlas de lado, y tampoco es saludable para nuestro
cuerpo, se debe hacer el esfuerzo por controlar la ingesta a medida que
transcurre el día. Es decir, siempre incluirlos en el desayuno y almuerzo y
evitarlos o disminuir las porciones en la media tarde y cena.
Por lo mismo, se recomienda cocinar en casa y así tener un total conocimiento
de qué estamos comiendo. De esta manera evitaremos malestares y ahorraremos
dinero considerablemente.
5. Aperitivo saludable: En vez de sentarnos
y comer en la mesa, hay veces que optamos por gigantescos aperitivos. En estas
instancias, además de que usualmente nos pasamos de la porción sugerida,
consumimos más sodio del que nuestro cuerpo necesita, esto por los componentes
que tienen los productos envasados.
Por lo mismo, se recomienda incluir siempre frutas y verduras frescas, las que en esta época del año, suelen tener mejor sabor y textura.
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