La académica Leyla Juri Chamal, de la Escuela de Nutrición y
Dietética de la Universidad
Católica del Maule, sede Curicó, derriba los mitos frente
algunos productos que están catalogados como buenos para la salud.
El acelerado y exigente ritmo de vida, hacen que
el tiempo diario destinado para la alimentación se reduzca cada vez más, lo que
ha influido directamente sobre el estado nutricional y la calidad de vida tanto
de adultos como de niños. Y una solución es buscar alimentos que son fáciles de
adquirir y que son promocionados como “saludables”.
La académica Leyla Juri, de la Escuela de Nutrición y
Dietética de la
Universidad Católica del Maule, sede Curicó, derribó los
mitos de algunos de estos alimentos que se califican como “sanos” y que
ayudarían a bajar de peso, pero que no cumplen con lo que prometen.
“La industria alimentaria nos ofrece diversos
productos que buscan crear nuevos hábitos y estilos de vida para revertir este
repentino aumento en las cifras de sobrepeso y obesidad. A diario consumimos
alimentos que parecen inofensivos y que creemos que son saludables sin saber
realmente los nutrientes que entregan. A eso, además, se agregan diversas
tendencias alimentarias de moda que buscan sumar adeptos entregando información
muchas veces poco confiable”, advierte la nutricionista.
“Horneado”, “bajo en grasa”, “detox”, “vegano”,
son conceptos que se han vuelto recurrentes al momento de elegir un alimento
por sobre otro.
Leyla Juri advierte que los alimentos
actualmente de moda a los cuales debemos prestar atención son:
Aceite de coco: Actualmente hay un “boom” por
incorporar o reemplazar en diversas preparaciones culinarias el aceite de coco,
con el fundamento de que es más “saludable”, pero al recomendar su uso
desconocen que contiene cerca del 90% de ácidos saturados.
Este aceite se obtiene mediante prensado de la
pulpa o la carne de los cocos (Cocos nucifera). Dispone de varios usos como
alimentos o en cosméticos. Debido a su alto contenido de grasa saturada, es
lento para oxidarse y, por tanto, resistente al enranciamiento, con una
duración de hasta seis meses a 24 °C sin deteriorarse.
Muchas
organizaciones de salud basados en evidencia científica aconsejan no consumir
en exceso el aceite de coco, debido a sus altos niveles de grasa saturada que
tiene el potencial de aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Barras de cereal: Pueden venir en todo tipo
de envases “saludables” que hacen que se vean como si realmente fueran aperitivos
nutritivos, pero no se deje engañar. Si bien algunas pueden contener fruta
real, esto viene acompañado de altos contenidos de sodio y
azúcar.
Galletones dulces integrales: Por mucho que
duela, los dulces
siguen siendo dulces por más “dietéticos” que digan ser. Cualquiera de estas
galletas te dejará con hambre en comparación de cualquier fruta, ni hablar de
la fibra y vitaminas que aporta un aperitivo mucho más saludable como un plátano,
una manzana o cualquier otra fruta.
Bebidas deportivas: El diseño de las bebidas
deportivas se realizó con los atletas como guía. Contienen electrolitos (sales)
y azúcar, los cuales pueden ser útiles para ellos en muchos casos. Sin embargo,
las personas comunes no necesitan sales adicionales y ciertamente tampoco
azúcar líquido. Es importante permanecer hidratado, especialmente durante el
ejercicio físico, pero la mayoría de las personas tendrá mejores resultados
recurriendo simplemente al agua.
Jugos y batidos “Detox”: La mayoría de los
expertos, sin embargo, afirman que no es necesario hacer una dieta detox de
jugos para liberar nuestro cuerpo de toxinas.
En teoría, para eso está
nuestro hígado y riñones que se encargan de la eliminación de todos los
residuos que no sean necesarios, se aplaude el hecho de renunciar a la comida
chatarra y los ingredientes procesados ya que
esto si le dará a nuestro sistema digestivo un descanso. Incluir estos jugos
puede ser una buena manera de conseguir muchos más antioxidantes que se
encuentran en frutas y verduras de lo que normalmente podríamos comer.
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