La agricultora Elsa Benítez siempre quiso
plantar frutillas en su terreno de la localidad de Saxamar, en la precordillera
de Putre, Región de Arica y Parinacota. Ella sabía que, de lograrlo, estas
frutas serían únicas, especiales y las primeras en crecer tan cerca del cielo,
a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar.
Hoy, la agricultora está a punto de cumplir
este sueño, cuando coseche las más de 500 plantas de frutillas que cultivó en
fibra de coco, bajo invernadero y con el apoyo de energía limpia para riego a
través de paneles fotovoltaicos alimentados por energía solar. La fruta aún se
encuentra verde, en etapa de floración, pero con un buen crecimiento.
Esta iniciativa agro-productiva, es parte del
“Proyecto de promoción integral de riego para personas indígenas, comunidades
y/o partes de comunidades indígenas de la Región de Arica y Parinacota”, financiado por la Corporación Nacional
de Desarrollo Indígena (Conadi) y ejecutado por el Instituto de Investigaciones
Agropecuarias (INIA) Ururi.
Este proyecto, beneficia en forma integral a
ocho mujeres aymara del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI)
INDAP-Conadi, de las localidades de Socoroma, Belén, Saxamar y Murmuntani, con
una inversión que bordea los de 100 millones de pesos.
Elsa Benítez es la única que está cultivando
frutillas; las demás están produciendo flores, orégano y hortalizas en otros
tres invernaderos multipropósito ligados a equipos fotovoltaicos y módulos de
riego, entre los que destaca un sistema californiano que funciona mediante
tuberías.
“En el caso de las frutillas, queremos ver su
comportamiento y esperamos de aquí a dos meses tener la primera producción, con
una proyección mínima de 800
gramos de fruta por planta, por lo que podríamos esperar
cerca de 4 mil kilos de frutillas cultivadas en altura en un período de dos
años”, explicó Alexis Villablanca, ingeniero agrónomo del INIA Ururi.
José Luis Rivas, director (s) de INDAP Arica y
Parinacota, resaltó que el proyecto haya beneficiado fundamentalmente a
agricultoras aymaras de la precordillera, “porque son ellas las que siempre
están preocupadas de reactivar la agricultura en sus territorios y generar
distintas instancias de emprendimientos agro productivos con sus comunidades”.
“Gracias a este trabajo multisectorial estamos
fortaleciendo la innovación, el uso de energía limpia y la aplicación de
técnicas de cultivo amigables con el medioambiente en la agricultura local,
junto con dar cumplimiento a lo que nos han mandatado el ministro Walker y el
Presidente Sebastián Piñera, de convertir la Agricultura Familiar
Campesina en eje productivo de nuestra región y del país”, destacó Jorge
Heiden, seremi de Agricultura.
Para Eduardo Pérez, director regional (s) de
Conadi, este tipo de proyectos tiene un alto valor, “principalmente porque nos
permite promover iniciativas productivas que tienen su centro en el rescate de
cultivos tradicionales y, al mismo tiempo, generar una oferta de productos que
van en beneficio directo de las comunidades agrícolas indígenas de la región”.
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