La interpretación que ofrece
un guía turístico puede transformar una visita meramente visual en una
experiencia memorable y significativa, profundizando la comprensión de los
valores culturales y naturales del lugar y aumentando la probabilidad de que el
visitante recomiende o repita la visita.
El guiado turístico
profesional es mucho más que una asistencia logística, ya que es un factor
determinante en la calidad, autenticidad y sostenibilidad de las experiencias
de viaje.
Según el Travel
Experience Trend Tracker 2023 difundido por GetYourGuide, el 90 % de los
viajeros priorizan experimentar un destino “como lo hacen los locales”,
buscando autenticidad y conexión cultural en sus viajes, y la mayoría reconoce
que las experiencias locales —como tours y actividades guiadas— son esenciales
para ello.
En la Región de Antofagasta,
28 guías de pueblos originarios dieron un paso decisivo en esta dirección al
ser distinguidos con el Sello “Q” de Calidad Turística de Sernatur,
consolidando un nuevo estándar para el turismo cultural e indígena del norte de
Chile.
Se trata de hombres y mujeres
pertenecientes a los pueblos lickanantay, chango, quechua, aymara, mapuche y
diaguita, que culminaron un exigente proceso de formación orientado a
fortalecer su rol como anfitriones expertos, custodios del patrimonio y actores
clave en la cadena de valor del turismo.
Desde la cordillera andina
hasta el borde costero del Pacífico, estos guías interpretan paisajes donde la
naturaleza y la cultura son inseparables.
El director Regional de
Sernatur, Mauricio Soriano indicó que “estamos muy contentos con el proceso de
certificación que se ha realizado en la región de Antofagasta, ya que fue una
certificación para personas pertenecientes a pueblos originarios, en donde
tuvimos una muy buena representación de las comunas de los diferentes
territorios, por ejemplo, de San Pedro de Atacama, Calama, Ollagüe, Tocopilla,
Mejillones, Taltal”.
Por otra parte, la autoridad de turismo
regional agregó que “estamos muy satisfechos de seguir trabajando en el
fortalecimiento del capital humano, ya que a través de las certificaciones que
tenemos en Sernatur vamos aumentando y mejorando el proceso de experiencia de
los visitantes, cuando efectivamente se trabaja con un guía certificado con
sellos Q de Sernatur”.
Hito a nivel
nacional
El proceso marca un hito a
nivel país, puesto que, por primera vez, guías del pueblo chango y del pueblo
quechua acceden a una certificación oficial de calidad turística, un
reconocimiento que valida saberes históricamente transmitidos de forma oral y
comunitaria, y los proyecta hacia un turismo más justo, profesional y con
identidad.
En el caso del pueblo chango
—presente en localidades costeras como Tocopilla, Mejillones y Taltal— la
certificación adquiere un valor simbólico y estratégico. Su relación ancestral
con el mar, la navegación, la recolección y la lectura del paisaje costero se
transforma hoy en un relato turístico autorizado, capaz de enriquecer la
experiencia del visitante y, al mismo tiempo, de fortalecer la memoria viva de
una cultura que durante décadas fue invisibilizada.
Algo similar ocurre con el
pueblo quechua en el Alto El Loa y Ollagüe, donde el conocimiento del
altiplano, de los ciclos naturales, de la trashumancia y de los paisajes
culturales andinos encuentra en el guiado turístico una vía concreta de
desarrollo local y reconocimiento cultural.
Jannette Troncoso,
perteneciente al pueblo quechua expresó que “es una experiencia maravillosa,
anhelada por muchos años, ya que, en el 2018, nosotros constituimos nuestra
primera asociación de turismo y ese es el enfoque que queremos darle de un
turismo sustentable que permita cuidar nuestro patrimonio ancestral”.
Asimismo, comentó los servicios que realiza la
Asociación Misky Waira de Ollagüe, como caminatas, ascensos a los volcanes que
realizan en colaboración con distintos socios de la agrupación perteneciente a
la comuna que es tierra de volcanes y salares”.
Por su parte, Johnatan
Castillo del pueblo Chango de Taltal, manifestó que “gracias a este Sello Q que
nos ganamos con mucho esfuerzo podemos rescatar nuestra cultura, mediante el
turismo, así que muchos agradecimientos a todos”.
Más allá de la certificación, el programa pone en el centro una idea clave: el guía no es un acompañante, sino un intérprete del territorio.
Su trabajo permite comprender no solo los paisajes naturales —el desierto, la cordillera, el mar— sino también los paisajes culturales que habitan en lugares como San Pedro de Atacama, Peine, Toconao, Alto El Loa, Ollagüe, Tocopilla, Mejillones y Taltal.La iniciativa fue impulsada
por Sernatur y el Gobierno Regional de Antofagasta, ejecutada por la Consultora
IO y financiada a través del FNDR 8%, con foco exclusivo en personas
pertenecientes a pueblos originarios reconocidos por la Ley 19.253.
Más que un reconocimiento individual, el proceso consolida una visión de turismo cultural donde las comunidades dejan de ser paisaje y se reconocen como protagonistas, aportando experiencias auténticas, responsables y profundamente conectadas con el territorio.


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