Este trabajo colaborativo, se enmarca dentro de la
ejecución del ´Programa para la Conservación Ex Situ de Queule, el que estará a
cargo del equipo técnico del Centro de Semillas, entidad que cuenta con
experiencia en métodos de recolección, reproducción y experimentación de esta
especie, e infraestructura y superficie adecuada para su realización.
Las principales líneas de acción del programa son la
colecta de semillas de la especie para viverizar; la producción de plantas de
Queule, las que serán utilizadas para la restauración ecológica o para la
investigación; la instalación de un banco de conservación en un predio piloto
privado; y el desarrollo de un protocolo de embriogénesis somática en
laboratorio, que permitiría la conservación in vitro de la especie.

En 1995 el Queule, especie en peligro de extinción,
fue declarado monumento natural de Chile. Este árbol, cuyo fruto es comestible,
tiene como superficie natural de distribución, la zona costera de las
regiones del Maule, Ñuble y Biobío.
Actualmente, se han identificado
predios de propietarios privados que poseen bosquetes de Queule en su
distribución natural y, específicamente en la cordillera de la Costa, a la
altura de Cobquecura, se ha evidenciado reproducción de manera sexual de la
especie, lo que permitirá la implementación de buenas prácticas que permitan
disminuir las amenazas de estos lugares.
“Esperamos que la comunidad cercana a los
bosquetes de Queule, conozca y comprenda la importancia de la conservación de
esta especie endémica. Para ello, estamos trabajando con Indap, en la
instalación de la conservación de especies amenazadas, en las actividades
productivas promovidas por ellos, buscando que los propietarios que poseen este
árbol y ganado, protejan los nuevos brotes y éstos no sean consumidos por sus
animales”, destacó la autoridad regional.

“En el caso de
Biobío, colaboramos en el trabajo con las especies Huemul y Queule, y junto con
los equipos de la Seremi del Medio Ambiente se han desarrollado los protocolos
para mantener y conservar al Huemul, y por otro lado, reproducir y resguardar
la genética de las actuales poblaciones de Queule”, señaló el Director Regional
de CONAF, Juan Carlo Hinojosa.
En relación al Queule, el proyecto busca establecer
información relevante y científicamente necesaria respecto a las poblaciones de
esta especie y vincularlo a las comunidades. En una primera etapa se
realizó la instalación y sociabilización del proyecto a través de talleres
donde se dio a conocer, entre los servicios públicos, municipalidades, privados
y la comunidad en general, los principales lineamientos y alcances que tendría.
Además, se creó el comité técnico regional, encargado de recomendar y sugerir
en el marco del proyecto de conservación de especies amenazadas.
El trabajo continuó el 2018 con el reconocimiento en
terreno de Queules, tanto en predios fiscales como en particulares y la
planificación de las acciones de coordinación entre los involucrados a nivel
regional, mediante talleres y reuniones. Un nuevo hito fue la conformación del
subcomité de la especie arbórea, integrado por un grupo de expertos nacionales
que asesora el proyecto.
Actualmente, indica la coordinadora regional del
Proyecto MMA/FAO/GEF, Fabiola Lara, “ya comenzamos con la etapa de
implementación de buenas prácticas para la conservación del Queule en predios
privados. Además, en junio comenzaremos la difusión del programa de educación
ambiental en Pelluhue, Cobquecura, Penco, Tomé, Coelemu, Talcahuano, Los Álamos
y Hualqui, comunas donde habita la especie, y buscaremos ampliarlo hacia
aquellas que los tienen en sus territorios”.
“Nuestra misión como Ministerio, es generar conciencia
e implementar acciones fuera de las áreas protegidas, trabajando en conjunto
con las comunidades que habitan en torno al Queule, respetando los saberes
locales y promoviendo las buenas prácticas de conservación para la
biodiversidad.
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